Preocupación en el INTA por achique de agencias y posibles despidos

El personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria fue informado esta semana sobre la puesta en marcha de una “reestructuración”, que se traducirá en el cierre de algunas “agencias” y su absorción por otras unidades, pero por ahora no habría despidos, al menos en la región Patagonia Norte.

El ajuste se inscribe en la ofensiva iniciada por el presidente del organismo designado por el actual gobierno, Nicolás Brozovich, y que apuntaría a reducir en un 25% la planta de empleados. El año pasado el INTA implementó un plan de retiros voluntarios que no dio los resultados que esperaban las autoridades.

El organismo técnico tiene unos 6.000 empleados en todo el país. El plan presentado por Brozovich apunta a bajarlo a no más de 4.500, pero entre retiros y jubilaciones habrían reducido solo 310 agentes, 15 de ellos en la estación experimental de Bariloche.

Hubo proyectos de achique más drásticos, por ahora no pasaron el filtro del Consejo Directivo Nacional del INTA, de integración mixta, con representación de cooperativas y entidades ruralistas.

El secretario general de Apinta Bariloche, Julio Ojeda, dijo hoy que fueron convocados por la dirección nacional para notificarlos de “un gran plan de reestructuración”, en la línea de las políticas que aplica el nuevo gobierno nacional en toda la administración pública.

Refirió que por ahora esa ofensiva significa que “dejan de existir algunas agencias” del INTA, especialmente las que tienen cercanía o funcionan asociadas a otras unidades. Señaló que por ejemplo en la región desaparece la “agencia” Bariloche y es absorbida por la “estación experimental”, que es una unidad de mayor rango. También estaría tomada la decisión de cerrar la agencia San Javier.

Pero Ojeda dijo que no se habla de cesantías o despidos, al menos en la región. Dijo que sí habría reducción de personal en Buenos Aires.

De todos modos el personal y los gremios con presencia en el INTA se mantienen atentos a la situación, decididos a sostener los puestos de trabajo.

En noviembre pasado los trabajadores del INTA en Bariloche ya habían manifestado su rechazo a la reducción, los retiros y el levantamiento de programas. Y advirtieron que esa política causaría un severo impacto en la economía rural.