Hablar de sexualidad sin tabú, la misión de la Licenciada Cecilia Ce en su paso por la región

La Licenciada, una de las referentes de la sexualidad en redes y en los medios, dejó un repaso por varios tópicos necesarios y habló sobre su visita a la región. Una charla distendida al aire de "En Eso Estamos" por RN RADIO (FM 89.3), en la que el tabú quedó de lado y la información se tornó protagonista. Escuchala acá.

La sexualidad suele ser un tema tabú hasta entrada la adultez. La educación sexual está en debe con varias generaciones, y por eso mismo es importante encontrar referentes que puedan ocupar espacios cotidianos para traer un tema que es importante y al que debemos quitarle la tensión.

Cecilia Ce, al aire de En Eso Estamos.-


En ese sentido, la Licenciada Cecilia Ce es quizás la gran referente del momento. Con casi un millón de seguidores en su Instagram, es autora de dos libros muy vendidos, y columnista en varios espacios multimediales.

Al aire de “En Eso Estamos” por RN RADIO (FM 89.3), la Licenciada habló sobre su visita a la región y dejó varias reflexiones interesantes sobre la sexualidad.

P – ¿Con qué nos encontramos cuando vamos a uno de los espectáculos de “Beer and Sex”, que es lo que presentás en la región?
R –
Bien, a ver… No sé muy bien cómo describirlo porque es bastante particular. Es un show de Educación Sexual con muchísimo humor. Te vas a reír durante una hora y media, pero vas a aprender mucho. El contenido es informativo.

P – ¿Va a haber interacción con el público?
R –
Sí, habrá interacción, pero no esa de exponer al público… eso no me gusta. Nadie pasa al frente a contar intimidades, es demasiado. Hay mucha pregunta y el público puede participar desde su lugar, eso sí.

P – ¿Quiénes se copan más en el ida y vuelta, mujeres o varones? Digo pensando que es una clase de Educación Sexual para adultos…
R –
En particular lo que me ocurre a mí es que el público va cambiando. Antes tenía un público mucho más joven, de 20 aproximadamente, femenino… y ahora llego a un público más hasta cincuentón, con mucha presencia masculina también. Creo que todas las personas tienen pudor y vergüenza, depende mucho de la historia de cada uno (risas). Pero después tenés gente que se suelta dentro del show, sea hombre o mujer, eso va variando mucho.

La Licenciada realiza su espectáculo “Beer and Sex” en teatros a lo largo y ancho del país, con gran presencia del público.


P – ¿Estos años es muy marcada la deconstrucción que hay de lo que habitualmente se conocía como una relación sexual “típica”?
R –
Yo creo que hoy la información está. A diferencia de antes está más accesible, producto de las redes por ejemplo; pero todavía falta la etapa donde esa información se incorpora. Lo vemos en las mujeres por ejemplo: sabemos ahora que tenemos derecho al placer. Y eso es información. Pero hasta que vos la puedas incorporar, las puedas hacer a gusto, te sientas cómoda y lo incorpores a tu historia, es todo un trabajo. La idea es que esa información no sea una nueva exigencia, un nuevo mandato; sino que sea una herramienta a implementar.

P – En la misma línea de la información “a demanda”, y el libre acceso que hay a todo, está el tema de la facilidad para acceder a la pornografía. ¿Eso lleva a una deformación en la construcción del deseo? ¿Hay expectativas irreales en los pacientes?
R –
Ese es nuestro gran desafío. Creo que ninguna comunicación científica o educativa que podamos hacer tiene la magnitud que tiene el consumo de pornografía. Esa es una batalla agotadora, sentís siempre que estás llegando tarde. Y las consecuencias del consumo de pornografía existen, no es gratuito. Genera una percepción desvirtuada de la sexualidad. Si tenemos la posibilidad de educar a la par, las personas pueden hacer un consumo crítico; pero si no estamos a la altura, las consecuencias empeoran.

P – Pensando en la sexualidad en varones y mujeres, el orgasmo siempre se considera el objetivo final de cualquier relación sexual… que es válido, absolutamente, pero también se construyen con una cadena de otras cuestiones previas. No es sólo llegar a esa meta y ya, ¿no?
R –
Tenemos una mirada muy resultadística: tiene que pasar algo para que podamos terminar el encuentro, si no no podés viste, no sabés como decir “ché me cansé”, “tengo hambre”, “hagamos otra cosa” (risas). También es muy de las películas todo, lo tenemos internalizado sin darnos cuenta. De hecho a veces de verlo el orgasmo, o escucharlo, lo aprobamos porque si no no nos damos cuenta. Obvio que el orgasmo es súper agradable, pero puede suceder como no, y esto es perfectamente normal.

P – Y no necesariamente debe determinar un vínculo o una relación…
R –
No, por eso mismo. Depende de lo que evaluamos de los encuentros. ¿Qué buscas, un orgasmo? Entonces por ahí masturbate, que lo podés tener más fácil. ¿O buscás compartir, tocarte, algo que tenga que ver con la interacción con el otro, el descubrir? Hay un montón de cosas más allá del orgasmo. Pero está esta idea del sexo en el que lo contamos, viste. Cuántas veces, cuánto duramos, cuántos orgasmos tenés, todo muy temático. Está bueno corrernos de ahí y verlo con otras variables.


P – En algunas entrevistas comentabas que las consultas de los hombres apuntan más a la eyaculación precoz y tamaño, por ejemplo; y hay algo que vos señalas que tiene que ver con la forma en la que trabajás, que es “bueno, primero solucionemos la ansiedad propia”. En esto de mezclar psicología y sexología, ¿hay muchos mambos que podrían solucionarse “ordenando la cabeza” primero?
R –
Tenemos tanta falta de educación en lo sexual, y tan poco entrenamiento en hablarlo, que el médico te pregunte por tu sexualidad, que va quedando como una variable en paralelo a tu vida. Entonces te pasan un montón de cosas, no sé: estás ansioso, cansado, con mucho estrés, comes mal, no dormís… te pasa todo eso, lo ves y te das cuenta, pero igual pensás que vas a rendir sexualmente como si nada de eso te pasara. Hay una disociación fuerte de lo que es la sexualidad. Pensamos que a los 45 vamos a tener el mismo desempeño que a los 17, por ejemplo. Y si la persona está ansiosa, pasada de estrés, por ahí fuma o tiene cuestiones físicas; y no se cuestiona que eso pueda impactar en la erección o la respuesta. Yo siempre digo “como es en la vida es en la cama”, y tenemos que integrar la sexualidad a la vida.

P – ¿Cómo impactó la exposición en lo que vos hacés? Por ejemplo en las redes sociales, o las columnas en programas como Últimos Cartuchos… ¿Te ayudó a llegar a un público que quizás de otra forma no se hubiera acercado?
R –
Creo que le permitió a la gente encontrar un mensaje que se necesita, en espacios que antes no estaban. Espacios cotidianos, relajados, con humor, cercanía… Siempre son lugares donde hablamos un lenguaje en común. Es naturalizarlo. Que haya un teatro con 1.000 personas, quizás se acerque alguien a ver qué dan hoy y sea sexo (risas). Es muy novedoso ocupar esos lugares. Y la gente va, se ríe, salís charlando del tema. O lo escuchaste en la radio, pusiste un video en Últimos Cartuchos y justo estás en casa con tu familia y surge un tema. Es eso, es meter el tema en otros espacios.

P – Cuando te acercaste a la sexología, a partir de la psicología, ¿cómo llegaste a este ámbito? ¿Qué te atrajo?
R –
A mí me apasiona fuerte esto. Siempre, en los espacios con los pacientes, indagué en la sexualidad por una cuestión de facilidad de escucha y por facilidad para contemplarlo como una dimensión humana. Nunca estuvo el tabú. Entonces lo trabajé en las terapias hasta que hice la formación específica, una especialización de 18 meses en sexología, y ahí me fui focalizando más a eso.


P – Hay algo respecto a la educación sexual que es muy interesante, que es el uso de métodos anticonceptivos, y en específico el preservativo y las excusas para no usarlo. ¿Es un punto importante del show esto?
R –
En el show se habla de preservativo, pero no es un show que pueda abarcar las individualidades y las dificultades personales de cada uno (risas). Hay excusas y hay argumentos respecto al tema. No alcanza solo con decir que es una excusa, porque hay casos particulares. No me vas a creer, pero por ejemplo una consulta frecuente es de personas que estuvieron muchos años en relación de pareja estable por un acuerdo monogámico, que con chequeos y demás eligieron no usar preservativos. Pasan 15 años, se separan y el hombre vuelve al ruedo. Y cuando vuelve a tener el primer encuentro, con los nervios que implica estar con otra persona tras tantos años, y con una expectativa social tan fuerte en la erección, la persona se pone nerviosa. Se coloca el preservativo y se le baja, porque está nerviosa, porque no está acostumbrado, porque se exige… y ahí entra en la “espiral de la muerte”, que es este pensamiento del que no salís más, porque es una bola de nieve. No tiene que ver con la sensibilidad, con que te apriete. No sé, hay talles, por ejemplo. La gente tiene que saber eso. Es más una cuestión de bajar la presión social que le ponemos a la erección, para que a la persona no se le baje;y si le ocurre, no sea una cosa catastrófica. Es importante comunicar esto. Después si, hay gente que no se quiere cuidar. De hecho la adherencia del uso de preservativos es del 12%, un número complicado. Pero también hay que ayudar a que esas personas lo incorporen.

P – Decías que tu público va variando las edades. ¿Tenés proximidad con personas que estén atravesando la adolescencia? ¿Cómo viene el diálogo sexual con ellos?
R –
Te voy a decir lo que veo de positivo y de preocupante. Lo que tienen de positivos las nuevas generaciones es que los vínculos se lo toman de otra manera. Lo que es género e identidad, la tienen clarísima. La forma de relacionarse, la responsabilidad, los límites, los contratos… tienen otra apertura. Pero lo negativo es que son hijos de una generación de la imagen y la ansiedad. Ahí creo que está lo preocupante, la exigencia y lo expuestos que están constantemente. Y eso obviamente afecta la sexualidad. Imaginate que el promedio de consumo de pornografía está en los 11 años.


La gira



Cecilia Ce se presentará esta noche en Roca, en la Asociación Española, a partir de las 21. Las entradas pueden obtenerse por Livepass a un precio de $1.800.

Además, Cecilia tendrá cuatro funciones más en la región: mañana y pasado en Neuquén, y sábado y domingo en Bariloche (las funciones del 9 y del 12 están agotadas). Un recorrido exitoso que promete retorno…


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