Horacio no llegó a conocer a su padre

NEUQUÉN (AN).- “A mi papá lo hizo desaparecer esta gente, me enteré a los 14 años y me quise interiorizar más, por eso averigüé con mi familia en Chos Malal”, dijo Horacio Lara, hijo de Felipe Lara, secuestrado en Chos Malal.

Horacio tiene 41 años y describió que su mamá debió cambiar varias veces de domicilio en Cipolletti y en Neuquén porque su padre, de 24 años, era perseguido por los militares, los gendarmes y la policía, pero nunca entendió por qué, ya que no se le conocía militancia o pertenencia a los grupos prohibidos.

“El era perseguido pero nunca supe por qué, nunca me lo dijo”, declaró ayer su madre, Margarita Gómez, que dejó de ver a Felipe Lara cuando su hijo era bebé.

Lara se fue de la casa que compartían en Cipolletti, luego se entrevistó con ella en Villa Manzano (mientras ella vivía con sus padres en Neuquén), y lo último que supo fue que Gendarmería lo había atrapado en Chos Malal.


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