«Inauguración popular» del hospital de Andacollo

Los vecinos hicieron su propio corte de cintas. Hubo quejas porque después del acto oficial se llevaron algunos elementos

ANDACOLLO (ACHM).- Vecinos de Andacollo decidieron realizar «otra inauguración» del nuevo hospital, que el pasado 12 de octubre fue habilitado oficialmente en un acto presidido por el gobernador. Los vecinos se juntaron el viernes para un abrazo simbólico, entregaron medallas a empleados que cumplieron 25 años de servicio y compartieron un refrigerio de mate cocido con tortas fritas.

Había malestar en la comunidad porque muchos de los elementos que había en el hospital el día de la inauguración fueron retirados después del acto, porque estaban destinados a otros nosocomios. Así, se llevaron camillas, chatas, balanzas y tablas de inmovilizaciones.

La inauguración oficial del centro asistencial, que costó 3 millones de pesos, se realizó el pasado 12 de octubre con la presencia del gobernador Jorge Sobisch. Pero los vecinos decidieron realizar una «inaugura- ción popular» que se concretó el viernes por la tarde.

La particular ceremonia, que contó con la presencia de más de un centenar de personas, se concretó al aire libre en la entrada del flamante edificio.

Allí se entonaron el Himno Nacional Argentino y el de la provincia del Neuquén.

El principal orador fue el director del hospital, Adrián Catáneo, quien se mostró conmovido por el acompañamiento de la gente a pesar del viento que sopló en la jornada.

Luego de un mensaje religioso en el que se destacó la labor del médico Antonio Gorni, en cuyo homenaje lleva su nombre el nosocomio, un niño leyó una carta de agradecimiento de alumnos de la Escuela Primaria de Huaraco.

También hubo un reconocimiento a trabajadores de la salud por los 25 años de servicio. Recibieron medallas Marta Navarrete, Luis Villanueva, Antonio Guzmán, Ramón Castillo y Oscar Arévalo.

La ceremonia continuó con la lectura de una carta enviada por el director del hospital Gregorio Alvarez de Chos Malal, Daniel Manoukian, quien destacó que «nuestra misión fundamental está centrada en ayudar a construir salud como parte de una comunidad que busc mejorar la calidad de vida de sus integrantes».

También destacó que el hospital de Andacollo «ha sido y es un ejemplo de lo que se puede hacer».

Adrián Catáneo también se refirió al acontecimiento y recordó el abrazo solidario que se concretó en octubre del 2001, cuando se perseguía como objetivo un nuevo edificio para satisfacer la demanda de la localidad y de parajes y zonas aledañas.

Destacó el rol de cada trabajador de salud, el compromiso para encarar la labor diaria y para que «la gente reciba lo que se merece».

«Un abrazo significa muchas cosas, pero en estos tiempos donde estamos acostumbrados a mirar más las computadoras que mirarnos a los ojos, es importante un abrazo, sentir el calor del otro, acompañarse, y está estudiado que el cariño y el amor curan más que los remedios y toda la tecnología que puede haber». Añadió que el hospital se «construyó gracias a los impuestos de cada uno y el Estado hizo nada más lo que tenía que hacer, construir un hospital digno».

El final fue con mate cocido y tortas fritas.


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