Inconscienca privada sin castigo

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Según el Ministerio de Asuntos Agrarios (MAA) existen en la actualidad productores que siguen reproduciendo la práctica de desmonte. No hay datos certeros sobre esto por tratarse de campos privados. “La van a terminar el día en que haya multas severas”, denunció el delegado Giorgetti. La ecuación que hacen los chacareros es que un vacuno de 128 kilos “terminado” en diez hectáreas de campo de secano no representa un rinde adecuado. En esa misma superficie se le pueden extraer al suelo 1.200 kilos más de trigo, es decir, casi diez veces más. Las autoridades están atadas de pies y manos. Pese a que el partido de Patagones cuenta con una ordenanza de control, el poder de policía es ínfimo dado que la autoridad de aplicación debiera ser ejercida por la provincia de Buenos Aires. En la Legislatura bonaerense duerme un proyecto de ley donde se menciona que el monte nativo alcanzaba en los 70 un total de 911.171 hectáreas, pero la intervención del hombre en busca de una expansión económica a través de la actividad agropecuaria y ganadera hizo que se redujera a una tasa promedio anual del 4,5%. Para el 2005 esta representación florística fue degradada en más de 474.037 hectáreas. Las ventajas que se esperaba obtener con la reglamentación del desmonte eran ordenar la actividad, establecer líneas generales de acción para la gestión y el uso sostenible del monte nativo, facilitar elaboraciones de planes de desmonte como instrumento regulador, controlar la degradación del recurso y del ambiente, sostener la biodiversidad y concientizar al productor. La propuesta otorga facultades al MAA para actuar, propiciando en su artículo 24 la imposición de multas en directa relación con la magnitud de la contravención y que no podrán resultar inferiores a treinta veces el valor del canon (cinco litros de gasoil por hectárea) que se imponga en trámites administrativos. Asimismo, el “cajoneado” texto faculta al MAA a realizar inspecciones apelando –incluso– a la vía judicial en caso de renuencia por parte de los propietarios de campos.