“Increíble pero cierto”
Resulta que tengo un auto que estuvo siempre a nombre de mi hermano y hace unas semanas me dispuse a transferirlo a nombre mío. Papeles de acá, papeles de allá, formularios, certificaciones de firmas, certificaciones de fotocopias, certificaciones de certificaciones y todo tipo de papeles habidos y por haber. En fin, burocracia. ¡Pero ése no es el quid de la cuestión! Reunidos todos los papeles, los despaché a Chos Malal para presentarlos en el registro, en donde me hicieron la siguiente observación: el número de chasis que figuraba en la verificación del vehículo (verificado por Gendarmería en Neuquén) no coincidía con el certificado de fabricación; debía comenzar con 9 y no con 8. ¡No puede ser, pensé yo! Si justamente la verificación de Gendarmería es para ver que coincida el número de chasis con lo que dice la tarjeta verde. Miré la tarjeta y efectivamente comenzaba con 8; miré el número en el chasis y efectivamente empezaba con 9. Pero si yo lo llevé a verificar y me hicieron levantar el asiento y vi al gendarme zambullirse a mirar el número. Pues no sé qué habrá visto, porque puso en el certificado el número mal, como estaba en la tarjeta verde. Ahora bien, ¿quién emitió esa tarjeta con el número erróneo? ¡Correcto! El mismo registro que ahora me decía que el certificado de Gendarmería tenía un error. Parece increíble, ¿no? Pero eso no es todo. Agarré la verificación, tarjeta verde, observaciones del registro y el auto. Me fui de nuevo a la planta de verificación de Gendarmería; verificaron, corrigieron el error y me fui con todos los papeles para despacharlos de nuevo a Chos Malal. Ahora sí estaba todo encaminado, sólo restaba esperar que emitiesen el título y la tarjeta a mi nombre y me la enviaran, trámite que no demoró mucho. Al cabo de unos días me llegaron los papeles, abrí el sobre y lo primero que me fijé fue el número de chasis. ¡Y adivinen qué…! 8… Marcos Ferber DNI 29.920.460 Neuquén
Marcos Ferber DNI 29.920.460 Neuquén
Resulta que tengo un auto que estuvo siempre a nombre de mi hermano y hace unas semanas me dispuse a transferirlo a nombre mío. Papeles de acá, papeles de allá, formularios, certificaciones de firmas, certificaciones de fotocopias, certificaciones de certificaciones y todo tipo de papeles habidos y por haber. En fin, burocracia. ¡Pero ése no es el quid de la cuestión! Reunidos todos los papeles, los despaché a Chos Malal para presentarlos en el registro, en donde me hicieron la siguiente observación: el número de chasis que figuraba en la verificación del vehículo (verificado por Gendarmería en Neuquén) no coincidía con el certificado de fabricación; debía comenzar con 9 y no con 8. ¡No puede ser, pensé yo! Si justamente la verificación de Gendarmería es para ver que coincida el número de chasis con lo que dice la tarjeta verde. Miré la tarjeta y efectivamente comenzaba con 8; miré el número en el chasis y efectivamente empezaba con 9. Pero si yo lo llevé a verificar y me hicieron levantar el asiento y vi al gendarme zambullirse a mirar el número. Pues no sé qué habrá visto, porque puso en el certificado el número mal, como estaba en la tarjeta verde. Ahora bien, ¿quién emitió esa tarjeta con el número erróneo? ¡Correcto! El mismo registro que ahora me decía que el certificado de Gendarmería tenía un error. Parece increíble, ¿no? Pero eso no es todo. Agarré la verificación, tarjeta verde, observaciones del registro y el auto. Me fui de nuevo a la planta de verificación de Gendarmería; verificaron, corrigieron el error y me fui con todos los papeles para despacharlos de nuevo a Chos Malal. Ahora sí estaba todo encaminado, sólo restaba esperar que emitiesen el título y la tarjeta a mi nombre y me la enviaran, trámite que no demoró mucho. Al cabo de unos días me llegaron los papeles, abrí el sobre y lo primero que me fijé fue el número de chasis. ¡Y adivinen qué...! 8... Marcos Ferber DNI 29.920.460 Neuquén
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