Femicidio de Cristina Ancatén: Retamal no quería que llamaran a una ambulancia para asistirla

El imputado estaba con su expareja en una fiesta de 15. Les dijo a quienes había ido que la joven se desmayó en el baño, porque había bebido, la cargó y se la llevó hasta su casa. "Ya se le va a pasar", les manifestó. Ella ya no tenía signos vitales.

El 1 de mayo de 2021 Cristina Ancatén estaba en una fiesta de 15. El cumpleaños de su sobrina se celebraba en una casa que quedaba a media cuadra de la suya, en el barrio Trahun Hue de Centenario. Allí habían ido sus hijos y Damián Retamal, su expareja. De acuerdo a lo que declararon los testigos ayer, en la segunda jornada del juicio por jurados, él la estuvo hostigando toda la noche: la empujó hacia un parlante, «estaba a la siga de ella», «no la dejaba tranquila», «la quiso besar a la fuerza», «estaba pesado». Algunos, incluso, sabían que él había ejercido violencia de género cuando convivían.

Para la fiscalía y la querella el femicidio lo cometió Retamal en el baño de la vivienda. Cuando Cristina ingresó, él fue tras ella y la sacó en brazos diciéndole a sus familiares que se había desmayado porque había bebido de más.

De los ocho testigos que declararon ayer, seis estuvieron en la fiesta. Ninguno indicó que estaba alcoholizada, al punto tal de no poder mantenerse en pie. «Ella no se tambaleaba, ni se caía», remarcaron. La prueba que consta en el legajo, y que no fue controvertida, señala que tenía 1,94 de alcohol en sangre, y que él conservaba rastros de haber consumido marihuana y cocaína.

El hermano del acusado pedía que «no se metieran», que eran «problemas de pareja».

Cuando vieron que él se la llevó hasta su casa en andas, sus familiares fueron a verla y le insistieron a Retamal para que llamara a una ambulancia. Él no quería, decía que dejaran que «durmiera un rato» que «ya se le iba a pasar». Le tocaron la nuca y ahí advirtieron que tenía un moretón importante. Finalmente el personal del hospital Natalio Burd de Centenario arribó y comprobó que había muerto.

Uno de los puntos que quería introducir la fiscalía para cuestionar la hipótesis de la caída, y que lo logró ayer, es el estado en el que se encontraba la ropa de Cristina. Su pantalón blanco estaba seco y limpio, respondieron los testigos. Sin embargo el suelo del baño se encontraba húmedo y embarrado.

El policía encargado de analizar el registro de ambos teléfonos declaró que del 1 de marzo de 2021 hasta el 1 de mayo del mismo año, cuando ya estaban separados, Retamal la llamó un total de 22 veces, la última el 19 de abril. Ella solo en una ocasión.


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