Gabriel Mandagaray murió ahogado dice el informe final de la autopsia

Para la familia hubo graves maltratos que llevaron al joven a la muerte. Por eso, no sólo piden "justicia" sino cambios en la formación de los futuros policías.

El oficial principal de la Policía de Río Negro, Gabriel Mandagaray, murió «ahogado, por asfixia por sumersión» según el informe final de la autopsia que fue incorporado a la causa el pasado viernes y generó un pronunciamiento de la familia que se conoció esta mañana.

La muerte del uniformado ocurrió el 15 de abril de 2021, durante un curso para ingresar al Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) que se realizaba en Bahía Creek y por el que están imputados los instructores Marcelo Contreras, Alfredo Nahuelcheo y Maximiliano Vitali Méndez; además del jefe del COER, Alejandro Gattoni, por el delito de abuso de autoridad como coautores, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos y como coautores de homicidio culposo en concurso real con el hecho anterior; y Carlos Grasso y Oscar Szymansky -responsables del área de Capacitación de la Policía- por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos en calidad de autores.

La familia de Mandagaray, a través del abogado querellante Damián Torres, señaló que «el viernes 14 de octubre hemos sido anoticiados en el marco del legajo que investiga la muerte de Gabriel, luego de tanto esperar, que llegó el informe final de autopsia, el cual corroboró lo que, a raíz del trabajo de nuestro perito, ya suponíamos».

«Gabriel ese día 15 de abril del 2021 falleció ahogado, por asfixia por sumersión. Pero previo a ello sufrió una hemorragia subaracnoidea traumática».

En la nota indican «para que se entienda, todo lo que le hicieron vivir esos días de curso a Gabriel, un excesivo desgaste físico, con ausencia de alimentación e hidratación, falta de descanso y cuidados mínimos, sumado al ingreso al agua de alguien que dijo que no sabía nadar, ni más ni menos que con un tronco con el cual golpeaba a raíz de los movimientos de marea, llevó a que Gabriel por dentro no pueda más y se hunda».

Para ellos «esto es mucho más grave que un ahogamiento, aunque la consecuencia haya sido la misma» y resaltan que «la causa del fallecimiento está dada por todo lo que los instructores junto al jefe del COER le hicieron vivir».

Por eso «a partir de ahora iremos con más fuerza que nunca. No solo por justicia en el plano de la causa, contra quienes ejecutaron estas prácticas totalmente contrarias a los Derechos Humanos, más cercanas a torturas que a una capacitación, sino que además iremos en búsqueda de cambios en la policía, para que nunca más una persona que está en un curso de formación para servir a la comunidad, tenga que pagar con su vida».

La familia no sólo pide justicia sino también cambios en la formación de los efectivos, como ya lo manifestaron antes. «Esperamos que pronto los responsables estén en juicio y se haga justicia. Pero también esperamos ver cambios visibles que garanticen que esto no vuelva a pasar».

Por último, aclaran que «siempre fuimos muy respetuosos de los tiempos de la justicia y del proceso. Pero que esperemos, no quiere decir que hemos claudicado, sino que estamos más fuertes que nunca».


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