Las insólitas preguntas de un abogado sobre una víctima de violencia de género en Neuquén
Ocurrieron durante el interrogatorio a una testigo. Dijo que las hizo para "verificar su credibilidad".
El insólito interrogatorio se produjo en la última audiencia del juicio oral. (Archivo/Matías Subat)
El ambiente en la sala de audiencias es tenso. Se está debatiendo un caso de homicidio, ocurrido en un contexto de violencia de género. Hay testimonios duros, lágrimas. Familiares de los imputados y de la víctima se vigilan con recelo, afuera del recinto cruzan algo más que miradas.
El caso es el homicidio de Julio González Poo (19), asesinado por César Nahuelquen (35, en una audiencia anterior admitió ser el autor), y el contexto fue la defensa de la hermana del imputado, identificada como M.N., expareja de González Poo y víctima de continuas palizas por parte del fallecido.
Una tras otra pasan las testigos convocadas por la defensa y revelan que M.N. siempre estaba con moretones o cortes en la cara y los brazos, pero se negaba a contar lo que le pasaba «por vergüenza». Así, a pesar de calor vestía mangas largas y bufanda, decía que se había caído.
A veces se refugiaba en la casa de su excuñada, expareja de Nahuelquen. Esta testigo declaró en la audiencia del jueves, y relató que en esas ocasiones su hermana menor «le tapaba los moretones con maquillaje».
La pregunta insólita: «¿qué marca de maquillaje usaba?»
En el momento del interrogar a la testigo, el abogado querellante Elio García -quien representa a la víctima de González Poo- sorprende con una pregunta.
«¿Qué marca de maquillaje usaba para taparle los moretones?».
La testigo lo mira desconcertada, mientras el abogado defensor Sebastián Perazzoli se opone a la pregunta.
El presidente del Tribunal de Juicio, Lucas Yancarelli, pregunta cuál era la pertinencia de la línea de interrogatorio, y el querellante García dice que busca «verificar la credibilidad de la testigo».
En la sala se producen murmullos. Yancarelli amenaza con desalojos, después autoriza la pregunta.
-Avon -responde la testigo, sonriendo con incredulidad.
García avanza.
-¿En qué envase?
-Un frasco -contesta la testigo.
-¿De qué color?
En ese momento el juez Yancarelli considera que es suficiente e interrumpe el interrogatorio. García no tiene más preguntas, la testigo se retira. Al pasar junto a César Nahuelquen arquea asombrada sus cejas.
Más tarde, en su alegato, el querellante sugerirá que la testigo mintió, con cita a una frase atribuida a Mark Twain: «cuando estás diciendo la verdad, no tenés nada que recordar».
Otro cruce, por La Revuelta
El querellante también tuvo un cruce con la psicóloga que asiste a M.N., y que declaró como testigo este jueves.
La licenciada contó que la paciente llegó a su consultorio a través de la colectiva feminista La Revuelta, después de peregrinar infructuosamente por varias instituciones públicas.
Cuando tuvo oportunidad de interrogarla, García le preguntó:
-¿Usted conoce el caso de (y mencionó a una persona con nombre y apellido)?
El Tribunal de Juicio no le permitió la pregunta, porque esa persona no tiene ninguna vinculación con el tema en debate.
En un cuarto intermedio, García explicó que se trata de una persona cuya familia supuestamente fue a pedir ayuda a La Revuelta «y no le dieron ninguna respuesta».
Ruth Zurbriggen, una de las fundadoras de la colectiva y que estaba presente en la sala, dijo que no conocía a la familia mencionada.
«No son el Estado, atienden las demandas que pueden», aclaró por su parte el abogado Perazzoli.
«No negacionista»
Elio García dice de sí mismo que «no soy un negacionista» de la perspectiva de género, pero «estoy en contra del mal uso».
La comparó con «la patente de corso» que extendía el rey de Inglaterra a determinadas personas y las autorizaba «a matar, violar y saquear».
«La perspectiva de género no puede ser un antifaz que nos cubra los ojos», señaló.
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