«Te rompería todos los huesos»: dramático comienzo del juicio por un incendio mortal en Añelo
El incendio intencional en el que murió un bebé hace un año llegó a juicio oral con un solo imputado. Una historia de consumo de sustancias y violencia de género en primer plano.
Tres adultos discuten bajo los efectos del alcohol y pastillas en una precaria casa de Añelo. La madrugada termina en incendio, un bebé muerto, dos nenas salvadas de casualidad. Así comenzó este lunes en Neuquén el juicio contra Marcelo Barrera, acusado de prender fuego la vivienda tras una pelea sin sentido.
Ocurrió hace casi un año, la madrugada del 19 de julio del 2024, en el barrio La Meseta de Añelo. Allí tenía su casa Eliana Melo (38); se la había comprado a una joven víctima de violencia de género que había usurpado y la vendió de apuro porque los vecinos amenazaban con linchar a su pareja, hartos de las golpizas cotidianas.
Melo, conocida en el barrio como «La China», se mudó allí con sus tres hijas, todas menores de diez años, y el único varón, Genaro, de 10 meses. Ella también venía escapándose de una pareja violenta: el padre del bebé le quemó la casa que tenía en Centenario.
En Añelo formó pareja con Cristian Costelo, al que todos apodan «El Gitano». Convivían, pese a que él tenía prohibido acercarse a ella por violencia de género. «Entre nosotros no teníamos problema, la policía inventó todo», declaró Costelo en el juicio, ayer. «Cuando venían los rondines yo me escondía, ella (por Eliana) salía a firmar y seguíamos viviendo juntos».
El vidrio de la ventana
La casa era precaria; dos dormitorios, living y cocina de placas de yeso laminado. Sin gas en el corazón de Vaca Muerta y colgados de la luz, la única calefacción era una estufa eléctrica. Una ventana tenía un vidrio demasiado chico y quedaba un hueco que Costelo rellenó con gomaespuma para evitar la entrada del helado viento invernal. «La pareja que vivía antes peleaba mucho, rompían las ventanas. Se nota que el vidriero cortó mal y quedó un tanto así sin cubrir», contó Eliana separando su dedo índice y pulgar unos cinco centímetros ante los jueces Federico Sommer, Raúl Aufranc y Luciano Hermosilla.
Barrera era un vecino recién llegado al barrio que vivía de prestado. Algunos lo conocían por Juan. Para la policía de Zapala es «El Peca».
La discusión
La noche previa a la madrugada del hecho, Barrera fue a la casa de Eliana a comprar droga. Ella llamó a un proveedor que justo había pinchado un neumático e iba a demorar. Mientras dos de las niñas y el niño dormían en la habitación, los adultos matizaron la espera con tres cajas de vino que compraron «en un clandestino» (un negocio abierto 24/7) y el consumo de pastillas.
Comenzó una discusión absurda. Barrera «empezó a hacerse el fantasma, a hablar en tumbero», declaró Eliana. Hasta llamó a «un mendocino que estaba preso» y lo puso en altavoz, para alardear del robo a una joyería. También mencionó a supuestas parejas de Costelo.
La amenaza
La mujer, que no quería saber nada con Barrera -al que llamaba Pan Triste- intercambió insultos y empujones. «Lo mandé al carajo», dijo en el juicio. Costelo intentó mediar, aparecieron cuchillos, un corte en un antebrazo.
Eran las 6 de la mañana. Costelo y Eliana dijeron que Barrera se fue de la casa jurando que «esto no va a quedar así, ya van a ver».
Eliana se acostó a dormir con sus hijos, Costelo se escondió en una casa vecina temeroso de que apareciera la policía. No hay testigos del momento en que empezó el fuego en la vivienda.
El video
Un borroso video de una venta de garrafas a unos 100 metros registró una figura humana que se acerca caminando desde la esquina y cuando pasa frente a la puerta, desde el hueco de la ventana la casa comienza a arder. No se distingue quién es.
Eliana logró salir con sus dos hijas, pero Genaro quedó atrapado. Costelo llegó corriendo, intentó rescatarlo. Ayer dijo que las nenas no saben nada de lo que pasó, pero cree que lo culparán a él por la muerte del bebé.
La acusación y la defensa
La fiscalía -Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez, que llevó todo el peso del primer día de audiencia- basa su acusación contra Barrera en esa pelea previa, sus amenazas, sus antecedentes, y en que al parecer Costelo era incapaz de hacerle daño a las hijas e hijo de Eliana, a las que cuida como propias.
La defensa pública -Laura Giuliani y Carolina Johansen- afirma que no hay pruebas contra Barrera. Sin afirmar que el sospechoso es Costelo, deja entrever que no lo investigaron.
La declaración del hombre fue la más dramática. En un momento dijo que no soportaba ver al imputado en la misma sala, sentado a pocos metros de donde estaba él.
«Te rompería todos los huesos», lanzó. El tribunal, que le dispensó a Costelo el trato reservado a las víctimas pese a la teoría del caso de la defensa, dispuso que Barrera siga el resto de la declaración desde otra dependencia, por video.
El juicio oral se extenderá por cinco días con alrededor de 50 testigos.
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