Un capataz lo echó de palabra en Cipolletti y ahora deberán pagar su indemnización: «Andá a tu casa»
Un trabajador rural fue despedido sin carta y sin respuesta a sus intimaciones. La Justicia de Cipolletti falló a su favor y ordenó una indemnización completa.
«Andá a tu casa hasta que te llegue el papel». Eso le dijo el capataz de una chacra en la zona de María Elvira, en Cipolletti, a un trabajador rural que llevaba casi cinco años en el mismo campo. Él obedeció, esperó, pero nunca llegó ningún papel. Días después, sin novedades, envió una carta documento. No obtuvo respuesta. La escena, común en entornos rurales donde muchas relaciones laborales se sostienen en la informalidad o la precariedad, fue el inicio de un conflicto que terminó en la Cámara del Trabajo de Cipolletti y que tuvo un desenlace claro: el trabajador fue despedido de manera irregular y deberá ser indemnizado.
Según consta en el expediente, el hombre ingresó como trabajador agrario en el establecimiento, primero bajo contrato con Braspatagonia SRL, luego con Lago Verde S.A. y finalmente con Patagonian Fruits Trade S.A., quien reconoció la antigüedad acumulada. Sus tareas incluían cosechas, podas, limpieza de canales, mantenimiento y raleo: labores permanentes que se desarrollaban durante todo el año.
Tras la frase del capataz, el trabajador envió una primera carta documento exigiendo tareas y una aclaración de su situación laboral. No obtuvo respuesta. Volvió a intimar a la empresa. Nuevamente, silencio.
Ante esa falta de comunicación, se consideró despedido por culpa exclusiva de la empleadora. La Justicia validó ese camino. El tribunal entendió que el silencio, sumado a la ausencia de tareas, constituyó una «conducta injuriante», lo que justificó el despido indirecto.
Qué dijo la empresa
La empresa alegó que la desvinculación se produjo por una falta grave del trabajador, derivada de un incidente con un supervisor que incluso motivó una denuncia penal. Sin embargo, el contenido de esa denuncia no fue acreditado con pruebas ni ratificado en el juicio. Por lo tanto, la Cámara descartó esa versión.
Es por eso que, la sentencia encuadró el vínculo dentro del Régimen Nacional de Trabajo Agrario como una relación permanente de prestación discontinua, según el artículo 18 de la ley 26.727. Se acreditaron 539 días efectivos de trabajo y la remuneración más alta fue determinada por pericia contable.
El tribunal ordenó el pago de haberes, aguinaldos y vacaciones proporcionales. También sumó la indemnización por despido, preaviso e integración del mes de cese. Además, aplicó el incremento del 50% previsto en el artículo 2 de la ley 25.323, por haberse cumplido los tres requisitos: despido indirecto, intimaciones fehacientes y necesidad de iniciar acciones judiciales.
La Cámara del Trabajo de Cipolletti dispuso que los intereses se calcularan según los parámetros establecidos por el Poder Judicial rionegrino y que la empresa debía afrontar las costas del juicio. También ordenó la apertura de una cuenta judicial para depositar los fondos y reguló los honorarios de los abogados.
"Andá a tu casa hasta que te llegue el papel". Eso le dijo el capataz de una chacra en la zona de María Elvira, en Cipolletti, a un trabajador rural que llevaba casi cinco años en el mismo campo. Él obedeció, esperó, pero nunca llegó ningún papel. Días después, sin novedades, envió una carta documento. No obtuvo respuesta. La escena, común en entornos rurales donde muchas relaciones laborales se sostienen en la informalidad o la precariedad, fue el inicio de un conflicto que terminó en la Cámara del Trabajo de Cipolletti y que tuvo un desenlace claro: el trabajador fue despedido de manera irregular y deberá ser indemnizado.
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