Una adolescente pidió quitarse el apellido que tanto dolor le causaba y la Justicia de Cipolletti la escuchó

La Justicia de Cipolletti hizo lugar al pedido de una adolescente que buscaba borrar el apellido de su padre, detenido por delitos que la marcaron durante toda su infancia.

En Cipolletti, una adolescente de 16 años puso punto final a un padecimiento psicológico tras una sentencia judicial que le dio lugar a su pedido. La joven obtuvo la autorización para suprimir de su identidad el apellido de su padre, detenido por hechos delictivos y ausente durante toda su vida.

En un caso que conmueve, la pequeña vivió una infancia atravesada por el abandono y la violencia. Sus padres se separaron antes de su nacimiento y su vínculo con el padre fue casi inexistente. A los seis años, en una visita obligada a la casa paterna, sufrió un intento de abuso sexual por parte de su abuelo, lo que marcó un quiebre definitivo: nunca más volvió a acercarse a la familia.

El doloroso relato se amplió. La joven denunció que su padre nunca se interesó por su crianza, que jamás la asistió económicamente y que su apellido se volvió una carga, una herida abierta. «Siento rechazo y vergüenza», confesó ante el juez Jorge Benatti, quien fue el magistrado interviniente.

A esto se sumaba otro peso: en la escuela la conocían como ella quería llamarse, utilizando sólo el apellido de su madre, pero en trámites formales debía usar el apellido paterno, lo que la hacía revivir constantemente su historia de abandono y dolor.

El expediente judicial registró cada uno de estos datos. Desde la apertura de la causa en febrero, se realizaron pericias, audiencias de escucha y consultas al ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario), quienes confirmaron que la adolescente comprendía el alcance de su decisión y que su salud emocional se veía afectada por portar el apellido de su progenitor.

El fallo, dictado esta semana, reconoció la profunda afectación emocional sufrida por la joven. «El derecho a la identidad dinámica protege a las personas en su desarrollo vital», subrayó el juez. Citó normas internacionales y jurisprudencia local que amparan a quienes solicitan el cambio de apellido por justos motivos.

De esta manera, la Justicia de Cipolletti ordenó que el apellido de su progenitor sea eliminado del DNI y quedó registrado sólo, el apellido de su madre, quien fue su único sostén.

Con esta sentencia, no sólo se corrigió un dato registral: se reparó simbólicamente una vida que busca mirar hacia adelante, dejando atrás el dolor y la vergüenza de un apellido que nunca quiso llevar.