La batalla se traslada a la capital económica de Siria

Pese a los enormes recursos desplegados el Ejército no logra desalojar a los rebeldes, que controlan varios barrios de Alepo, al tiempo que se conoció la deserción de un importante general

AP

ALEPO, Siria.- El gobierno sirio se vio obligado a usar aviones de guerra y helicópteros artillados en la ciudad de Alepo para intentar desalojar a los rebeldes que controlaban varios barrios de la capital comercial de Siria, mientras sufrió la deserción de uno de los generales de mayor rango del país, otro indicio de desgaste del régimen de Bashar Al Assad. La violencia causó ayer al menos 130 muertos en todo el país, entre ellos 49 civiles, según un balance provisional del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Gran Bretaña. Después de un par de ataques rebeldes a las dos principales ciudades del país y un ataque con bomba que la semana pasada mató a varios de sus altos funcionarios de seguridad, el presidente Assad reorganizó al núcleo del aparato de seguridad de su régimen, despidiendo a un general y designando a un nuevo jefe del Consejo de Seguridad Nacional para reemplazar al que murió en la explosión. El osado ataque con bomba de la semana pasada asestó un golpe fuerte a la cúpula del régimen. Los residentes dicen que, a partir de ese ataque, las fuerzas del gobierno están recurriendo a armas pesadas, como artillería y helicópteros militares, para desarraigar a los combatientes de la oposición tanto en Damasco como en Alepo, la ciudad más grande de Siria, con tres millones de habitantes. “Aquí es como una verdadera zona de guerra. Hay batallas en las calles en grandes zonas de la ciudad’’, dijo por teléfono el activista de la oposición Mohammed Said, quien reside en Alepo. “Alepo se ha unido a Homs y Hama y a otras ciudades en la revolución’’, agregó mientras en el fondo se oía el ruido de disparos y explosiones. Luego de cuatro días de la incursión rebelde en Alepo, Said calculó que los insurgentes controlan grandes sectores de la ciudad, por lo que el gobierno apeló a la aviación y helicópteros artillados para intimidar a los rebeldes. En tanto, un alto comandante militar de Siria, cercano amigo del presidente Assad, confirmó que desertó del régimen. El general de brigada Manaf Tlass, hijo de un ex ministro de defensa, dijo en un video difundido por la televisora Al-Arabiya que los sirios deben trabajar juntos para construir un nuevo país democrático. Es su primera aparición pública desde que salió de Siria a principios de mes. Tlass es el funcionario de más alto nivel que deserta del régimen sirio en los 17 meses de enfrentamientos que según activistas ha dejado más de 19.000 muertos. (AP/AFP)


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