La caravana arribó con la despedida del sol

Los italianos Luciano Viaro y Rosella Labate fueron los ganadores.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El marco de un atardecer soleado frente al lago Nahuel Huapi fue el broche de oro para el final de la sexta edición de las Mil Millas. La caravana de 170 autos volvió a pasar ayer sobre la rampa montada en el Centro Cívico y el desfile por la región de joyas de la industria automotriz se despidió hasta el año que viene, sin que al cierre de esta edición los organizadores pudieran terminar los complejos cálculos que demanda una carrera de regularidad para determinar a sus ganadores.

Anoche, casi sobre el cierre de esta edición los organizadores anunciaron que el ganador de la competencia por suma de puntos fue el binomio italiano compuesto por Luciano Viaro y Rosella Labate, quienes sumaron 15915 unidades.

En segundo lugar se ubicaron los argentinos Fernando Sánchez Zinny y Héctor del Buono, con 15618 puntos, y la tercera posición le correspondió a César Sorkin-Juan Pablo Sorkin, también de Argentina, con 13732 puntos.

En tanto, los mejores regionales ubicados en el clasificador final fueron los barilochenses Pedro y José Bellora, con un Porche, quienes terminaron en la 29ª ubicación con 7498 puntos.

«El balance que hacemos, que no depende sólo del triunfo, es el mejor. La etapa que cumplimos hoy fue muy difícil, y si bien sabíamos que estábamos en primer lugar y haciendo las cosas bien, éramos conscientes de que las posiciones podían cambiar drásticamente», afirmó anoche Sánchez Zinny.

«Lo más agotador es la constante concentración. Estos son autos que tienen 50 o 60 años y tienen que dar toda la vuelta con una precisión de centésimas de segundo. La verdad es que son pequeñas maravillas; da la sensación de que desde entonces hasta aquí no se ha inventado nada nuevo». En medio de abrazos y felicitaciones agregó: «ya estamos pensando en la próxima. Nos encantaría repetir el año que viene».

La prueba convocó a 200 autos fabricados entre 1923 y 1980, y arrancó el jueves con la que quizá fue la jornada más exigente, debido a los largos tramos de ripio transitados por la ruta 65 a Villa Traful y luego el circuito de los Siete Lagos.

La segunda etapa, desarrollada en su mayor parte sobre caminos chilenos, se caracterizó por los numerosos primes que debieron sortear los competidores.

La jornada de ayer enfrentó a los pilotos a una difícil prueba de slalom con cinco primes superpuestos en Alicurá, para muchos definitoria en la lucha por los primeros puestos. El recorrido continuó por las rutas 40 y 234 rumbo a Junín de los Andes.

Tras el almuerzo ofrecido por los organizadores en el regimiento de Caballería Ligera de San Martín de los Andes, se reanudó la competencia, esta vez para desandar el recorrido hecho durante la mañana, por la ruta 237 hacia Bariloche y la punta de la caravana arribó minutos después de las 18.

Ahora van por el centenario

Una renovada multitud recibió a los pilotos que festejaron con largos bocinazos la culminación de lo que constituyó para la zona el encuentro deportivo más importante del año. El resultado fue una confabulación perfecta entre máquinas, pilotos y navegantes, única fórmula para el éxito en estas competencias de regularidad-endurance, ya tradicionales y celebradas por pilotos de fama internacional.

La propuesta para la próxima edición fue acercada a los organizadores por el intendente Atilio Feudal, quien propuso que el próximo año las Mil Millas se corran en el marco de los festejos por el centenario de la ciudad de Bariloche, coronando de tal modo un extenso programa de actividades que la municipalidad prepara para aquella ocasión.(AB)


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