La cosecha de uvas para vinificar avanza a paso firme en territorio mendocino

Es la principal provincia productora a nivel país. Detalles de cómo avanza la temporada en cuanto a cantidad y calidad. Tres referentes de bodegas responden todos los interrogantes.

La marcha de la vendimia 2021 avanza sin prisa y sin pausa en el eslabón primario de la cadena productiva, con rendimientos dispares según la zona donde se desarrollan los viñedos en tierra mendocina, principal provincia productora de Argentina.

Distintos referentes de la viticultura hicieron un análisis pormenorizado de la presente campaña y dieron sus puntos de vista sobre esta nueva temporada que se inicia. Ellos son Pablo Ceverino, enólogo de Dartley Family Wines; Alfredo Mestre – Director técnico Bodega Piedra Negra-; y Gustavo Hörmann – Gerente y enólogo de Bodega Kaiken.

Pablo Ceverino, enólogo Bodega Dartley Family Wines.

Consultados sobre la marcha de la actual vendimia los tres representantes de las bodegas mendocinas coincidieron sobre la buena calidad de la uva que trae la temporada, lo que derivará una vez más en excelentes productos que saldrán al mercado una vez finalizada la tarea de todos los actores que integran la fase de elaboración.

“Luego de una primavera seca llegó un verano fresco y lluvioso. Las lluvias acumuladas en Febrero superan el promedio histórico de dicho mes y las temperaturas acumuladas hacen recordar a la vendimia 2019. La realidad es que recién estamos empezando la vendimia, y hasta el momento esperamos tener muy buenos vinos”, sostuvo Pablo Ceverino.

Alfredo Mestre, director técnico Bodega Piedra Negra.

Para Alfredo Mestre, “la vendimia se presentó ideal para blancos, la acidez y frescura de los vinos en general, con temperaturas medias realmente bajas en contraste con los valores históricos. Las lluvias tardías durante el final de maduración de las variedades blancas anticipó las fechas de cosecha por lo que podría pronosticar que van a encontrar una acidez excepcional”.

Gustavo Hormann, gerente y enólogo de Bodega Kaiken.

A su turno Gustavo Hörmann indicó que la vendimia 2021 viene “hasta ahora un poquito tardía, básicamente por los meses de enero y febrero que fueron bastante fríos y por el aumento del nivel de precipitaciones, que ha sido bastante anormal en el mes de febrero. Por esto calculamos que viene un par de semanas tarde y es un poco precoz aún para hablar de calidades potenciales de las distintas variables. Es una vendimia normal chica, en comparación con el histórico que es de alrededor 24 millones y medio de quintales. Por lo tanto, va a ser un 20% sobre el histórico, pero bastante similar al año pasado.

Dentro de los varietales que cultiva cada bodega hay cepas que se destacan y que acompañan el estandarte que simboliza el Malbec. Es por ello que estos tres referentes vitivinícolas se animaron a elegir otros varietales para destacar en este 2021.

“De las uvas que pruebo a diario en el viñedo, tengo gran expectativa por un cuartel nuevo de Cabernet Franc que entra en producción y tiene un sabor que me vuela la cabeza”, expresó con entusiasmo el referente de Dartley Family Wines.

Mientras que Mestre rescató a “Côt (una selección clonal de Malbec traída por Francois durante los 90’). Nosotros solemos cosechar a mediados de marzo esta variedad, caracterizada por su intenso color violeta, nariz floral, acidez y taninos marcados. Su resistencia a las enfermedades de la vid por efecto de años húmedos como este, sumado a la fecha temprana de cosecha nos aseguran homogeneidad y calidad. No veo la hora de elaborarlo sin azufre, completamente orgánico”.

Gustavo Hörmann también se inclinó por el Cabernet Franc. Dijo al respecto: “La variedad que ha agarrado mucha fuerza es el Cabernet Franc a pesar de que hay poquitas hectáreas plantadas pero, siendo un año relativamente fresco. Yo creo que las variedades de ciclos un poco un poco más largos y que tienden a degradar las piracinas que son las que le dan las características aromáticas a los vinos, en el clima mendocino tiende con el sol a degradarse temprano. Entonces estos climas un poco más fríos ayudan a que se mantengan esas notas varietales y que la expresión de la variedad sea más importante”.

La pandemia y sus efectos sobre la comercialización de vinos no podía quedar ajena a este escenario productivo.

“En general se nota el aumento del consumo y las bajas en los stock de las bodegas, lo cual repercute directamente en el mercado de uvas. Las grandes bodegas han salido a comprar más uvas que lo habitual”, dijo al respecto Ceverino.

“No hemos parado, ni siquiera en pleno aislamiento. Por suerte el gobierno nos colocó en la categoría de “trabajadores esenciales” y pudimos continuar con nuestra actividad. Esto sumado a que la demanda subió considerablemente, en exportaciones y mercado interno”, sostuvo Alfredo Mestre.

Gustavo Hörmann fue un poco más allá con su análisis e indicó: “Ha sido un año atípico, donde aumentó la demanda pero aumentó básicamente el vino barato. En muchos casos no creció en exportaciones de vino caro. Además cabe destacar que hubo problemas de abastecimiento de botellas y algunos insumos, justamente porque era un aumento de demanda que no estaba proyectada y porque acá hay muchos digamos monopolios, en lo que respecta los fabricantes y eso hace que ellos manejen la disponibilidad de estos insumos. Así que por ese lado las bodegas la sufrieron un poco. Pero bueno, con un año ya de pandemia han afinado un poco también su programa de necesidad de insumo y están también con ganas de ir incursionando en otros formatos para tener también otro tipo de reacción ante cualquier falta de insumos básicos”.

El inicio del ciclo productivo en Mendoza se presentó con algunos inconvenientes climáticos que pusieron en duda cómo iba a ser la evolución de la cosecha con el paso de los meses.

Hoy la realidad indica que hubo mermas de rendimiento en algunas zonas, mientras que en otras no hubo que lamentar grandes pérdidas.

Para Ceverino “en el inicio del ciclo, en Octubre, hubo heladas tempranas en todo Mendoza que dañaron los primeros brotes que estaban creciendo. La zona Este de Mendoza fue la más afectada, ya que el crecimiento vegetativo estaba más avanzado”.

“Nosotros en Valle de Uco, más puntualmente en Los Chacayes, no estábamos muy avanzados en la floración cuando heló, por lo que si bien retrasó la floración no se observaron mermas. Los blancos que estamos cosechando presentan los mismos rendimientos que el 2020 y de hecho los tintos tienen mayor producción que el año pasado, sin un valor estimado aún. El granizo fue superficial, si bien tocó las bayas, no generó mermas”, explicó Mestre.

Para Hörmann “hace unos días atrás el INV presentó la estimación de cosecha que está en torno al 9% de disminución en relación a la cosecha el año pasado, que fue una cosecha de 20 millones. Por lo tanto, están hablando de 19 – 20 millones de quintales, que sería un 20% más bajo de la cosecha 2019 y muy similar a lo que fue la cosecha 2017. En general esa merma está dada por una helada en el mes de octubre que afectó a algunas variedades a pesar de que la brotación venía tardía. Por otro lado, también hubo algunos eventos de granizo aislados en algunas zonas que creo que para mí generó un efecto de mal cuaje dado por una lluvia en plena flor. En general, los niveles altos de humedad en flor hacen que aborte y que no cuaje bien. Por lo tanto, hay racimos bastante livianos en torno a 60 – 90 gramos, por ahí puede ser una merma más por el peso del racimo que por la cantidad de racimo».

La calidad de las uvas, y por consiguiente de los vinos, es otro punto a tener en cuenta en la actividad, sobre todo si se habla de la cepa estrella en nuestro país, el Malbec.

Consultado al respecto, Ceverino destacó que “los Malbec vienen muy bien de calidad, se benefician por tener el racimo laxo, y poco apretado. En cuanto a la cantidad, se ajustan a la merma general del 7%”.

El consumo de vinos creció en tiempos de pandemia.

Para Mestre “por el momento aparenta ser un excelente año, solo amenazado por la acumulación de lluvias. Con acideces totales elevadas y frescura aromática, típicas de un año frío como este”.

“La calidad y cantidad del Malbec, creo que no va a verse fuertemente afectado, independientemente que ha sido un enero y un febrero más frío y más lluvioso que lo histórico, bastante más, es una variedad de ciclo de maduración relativamente corto, por lo tanto va a llegar a su madurez pero todavía es muy temprano como para ver que haya alguna afección de la cantidad y de la calidad de esa variedad”, estimó Hörmann.


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