La garrafa, un servicio caro y sensible

Acceder al gas natural de red, no es un beneficio de que pueden gozar todos. Los sectores más postergados, cuyos ingresos están en los rangos más bajos, deben acceder al gas mediante el uso de garrafas. A ello se suma, que el precio del gas envasado es históricamente más alto que el de red.

Los precios de la garrafa se encuentran regulados desde 2008 por el acuerdo de estabilidad de precios del gas licuado de petróleo. Sin embargo en el marco de actualización de tarifas de los servicios públicos implementado desde 2016, el costo de la llamada ‘garrafa social’ acompañó los tarifazos. A tono con ello, el gobierno anunció oficialmente esta semana que desde el 1 de febrero, el precio de la garrafa social será de $267,7 antes de impuestos, lo que lleva el valor final a $296 y significa un aumento del 37%.

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), indica que durante los últimos doce meses, el aumento registrado en el precio regulado de la garrafa fue del 60% (de $185 a $296).

El incremento está muy por encima de la actualización que recibió el año pasado el Salario Mínimo Vital y Móvil (18,94%), y también por encima de la evolución del nivel general de precios (47,6%). El informe de CEPA, agrega que mientras la inflación de los últimos tres años ascendió al 164%, el precio regulado de la garrafa subió un 205%.

La situación es aun más compleja, cuando se comprueba que conseguir garrafas al precio regulado, es prácticamente imposible y depende de las gestiones que en cada jurisdicción realizan los municipios y/o provincias. Ello genera una situación muy heterogénea en los distintos lugares del país. Controles laxos y escasez, se combinan generando en el mercado un precio que oscila entre los $400 y $550 por recarga, al tiempo que ‘comprar el envase’ puede significar entre $1.500 y $2.200.

Desde el estado nacional, está vigente el ‘Programa Hogar’ que otorga una prestación monetaria a los hogares que no cuentan con gas de red, de a cuerdo a la cantidad de integrantes en la familia, y a la ubicación geográfica (la Patagonia recibe un monto mayor).

Según el citado estudio, la cobertura de la prestación se ha deteriorado notablemente en los últimos tres años. Indica que mientras en diciembre de 2015 el subsidio promedio alcanzaba para comprar el 51% de la garrafa a precio de mercado, en diciembre de 2018 el mismo solo cubría el 38%.

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Económico Pulso