La maldición de jugar fuera de casa

Newbery volvió a estar cerca, pero lo de jugar afuera ya parece una maldición. Ayer Rosario Central lo venció por 91-87 y se puso 2-0 en la serie por las cuartos de final de la zona Sur de la Liga B. El quinteto de Buzzo suma once caídas al hilo de visitante.

Las ilusiones «celestes» fueron mayores en el arranque del partido, porque la lectura del juego fue correcta y anular al base Juan Gandoy, con Mauricio Beltramella encima suyo, fue un acierto. La presión defensiva de la visita en el comienzo hizo que el «canaya» tomara tiros forzados. Y eso, más los aciertos de Álvarez desde el perímetro (2 de 2 en triples en los primeros 10´) le permitió al quinteto de Buzzo terminar arriba en el cuarto inicial por dos (22-24).

Las cosas cambiaron cuando Gondoy logró más libertad para hacer jugar en la zona pintada a Omar Zanocco, que se fue al descanso largo con 11 puntos. El segundo cuarto fue de ida y vuelta, con dominio cambiante y mucho vértigo. Lo cierto es que en los últimos segundos Newbery perdió dos bolas en ataque y el base local no perdonó, para poner arriba a Central, 45-44, y marcó 15 unidades en el primer tiempo.

A la vuelta de los vestuarios la visita largó mejor, con Alvarez siempre efectivo. Llegó a estar tres puntos arriba, hasta que se despertó Gandoy (terminó con 28 puntos, goleador de la noche) y así el local llego al parcial final arriba por un triple.

Newbery pasó al frente a falta de cinco minutos, pero el base local siguió intratable. Beltramella y Álvarez esta vez si fallaron sus tiros y el «canaya» aseguró el 2-0 y viajará a Patagones tranquilo. El tercer juego va el viernes.