La mujer de albahaca 16-10-04
La mujer de albahaca
Tengo, si es por tener, los sagrados oficios: tengo de hacer el pan, de amasarlo temprano, de taparlo a la hora que el sol trepa a los pájaros y dejarlos que crezcan como un fruto en octubre lentamente, a la sombra patriarcal de los árboles. Tengo, si es por tener, la leña del quebracho que me caldea el horno desde lo rojo al blanco. Tengo, que cuando viene los míos de la lluvia, tengo pan y me suenan a trigo las enaguas. Tengo que si lo pongo como un sol en la mesa mis hijos parpadean, ríen encandilados hasta que traigo humeando una olla de locro y mi hombre parte el pan sobre su pecho grande y ahí, entre sus voces laboriosas y lerdas miro caer la luna en lentas rebanadas.
Armando Tejada Gómez “Canto popular de las comidas
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Nota asociada: El pan nuestro de cada siglo
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