La NASA aguardaba anoche señales desde Marte

Expertos de la NASA aguardaban expectantes las señales que debía transmitir la sonda enviada a Marte, que ayer se posó sobre la superficie del planeta rojo. Ese primer paso se había cumplido con éxito, aunque faltaba que continuara con el envío de los datos sobre la superficie, la temperatura, entre otros, además de los sonidos y las imágenes esperados por millones de personas desde Internet. En la madrugada de hoy intentaban otro contacto.

Pasadena, Estados Unidos (EFE).- La nave Mars Polar Lander, que debería haberse posado ayer en la superficie de Marte, no había enviado anoche a la Tierra, horas después de los plazos previstos para la maniobra, datos que lo confirmen.

Los científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California, dijeron que no ha sido «totalmente sorprendente» el silencio que ha seguido a la entrada de la nave en la atmósfera. Consideran que la operación de entrada en la atmósfera y el «aterrizaje» posterior son los momentos más delicados de la misión.

Richard Cook, responsable del proyecto en el Jet Laboratory, dijo que el problema puede haberse debido a las dificultades de orientación de la antena que permite al aparato comunicarse con la Tierra.

Las caras circunspectas de los responsables de la misión, que aguardaban la llegada de una señal en el centro de control, hicieron que se recordara el problema que el pasado día 23 de septiembre provocó la pérdida de otra nave similar, el Mars Climate Orbiter, por un fallo en las mediciones.

La nave Mars Polar Lander, cuyo contacto con la superficie del polo sur marciano estaba prevista para las 17,15 hora argentina de ayer, debería haber confirmado mediante señales de radio que estaba operativa antes de las 19,05.

La próxima oportunidad de que la nave pueda reorientar sus circuitos de comunicación se esperaba para la madrugada de hoy, hacia la 1.

«Estamos lejos de estar preocupados», declaró Richard Cook, quien ya había advertido por la mañana que las posibilidades de que la comunicación se demorara eran altas. «Confiamos -dijo- que la nave ha logrado sobrevivir al descenso», considerado el momento trascendental en la llegada de la nave a Marte.

La velocidad de cerca de 25.000 kilómetros por hora que lleva la nave y el rozamiento a su entrada en la atmósfera, que le haría soportar temperaturas de hasta 1.700 grados centígrados le someten a unos minutos dramáticos en su intento por alcanzar Marte.

La nave Mars Polar Lander ha sido enviada por la NASA a Marte con la misión de que busque los restos de agua que pudieran permanecer millones de años después bajo la superficie del planeta, que se supone contó con este elemento en un tiempo pasado.

Para esa misión, la nave va equipada de numerosos dispositivos que permitirán analizar muestras del suelo polar marciano y de dos sondas que, programadas para penetrar a casi un metro bajo el suelo, realicen mediciones precisas de la composición del sustrato polar.

El punto elegido para que la nave realice sus trabajos está a 76 grados de latitud sur y 195 de longitud oeste, una superficie relativamente suave del polo sur marciano.

Cabe la posibilidad también, según los científicos de la NASA, de que el punto exacto en el que la nave se haya posado tenga elevaciones del terreno que impidan la comunicación con la Tierra, aunque esto podría ser subsanado con la reorientación automática de las antenas.

Aunque el proyecto es uno de los más baratos emprendidos por la NASA para la exploración de otro planeta, apenas 165 millones de dólares, un fallo en esta misión supondría una preocupación doble para la NASA, tras haber perdido otra nave en el mes de septiembre.

En cualquier caso, los técnicos confían que, en las próximas horas, se reciban señales desde la nave que demuestren que ha logrado superar la dura prueba de la entrada en la atmósfera de Marte.

«No es algo completamente inesperado», declaró Richard Cook acerca de la ausencia de señales, horas después del tiempo previsto para la maniobra de entrada.

Interrogantes

Como «ojos y oídos» de la humanidad, la sonda deberá ahora enviar a la Tierra imágenes y ruidos de la superficie marciana, aunque sumisión más importante será la búsqueda de agua, base de la vida.

La Polar Lander, lanzada el 3 de enero desde Cabo Cañaveral, en Florida, deberá posarse suavemente, con ayuda de paracaídas y cohetes de frenado, en medio de un valle marciano de 4.000 kilómetros cuadrados.

La actual misión deberá responder preguntas fundamentales sobre el planeta rojo, ¿Cómo se crearon la meteorología y la historia climática de nuestro vecino? ¿Hubo allí alguna vez vida, la hay todavía?», según declaraciones del jefe de proyectos de la NASA, Jesco Puttkammer, a la televisión noticiosa alemana MDR info. Otras interrogantes son si Marte puede ser objeto de la próxima exploración humana y si hay allí materias primas, dijo. Una de las sondas que dentro de dos años seguirán a la Polar Lander podría llevar una especie de avión que podría recorrer grandes distancias en la atmósfera del planeta. (DPA)


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