La primera cumbre entre Trump y Putin será el 16 de julio en Finlandia
Como en épocas de la Guerra Fría, los dos líderes se reunirán en Helsinki con la intención de mejorar las muy deterioradas relaciones entre EE. UU. y Rusia. Antes del anuncio, Trump insistió en que Putin niega interferencias en las elecciones que lo llevaron a la presidencia: “Sigue diciendo que no tuvo nada que ver”.
Helsinki ha sido escenario de recordados encuentros de las “superpotencias” durante los años de l a Guerra Fría. Nunca más oportuno: los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump se reunirán el 16 de julio en la capital de Finlandia en su primera cumbre bilateral, con el objetivo de mejorar las muy deterioradas relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
En la cumbre se hablará del “estado actual y de las perspectivas de desarrollo de las relaciones” bilaterales, así como de los principales temas internacionales, informó el Kremlin en un comunicado.
Hasta ahora, Trump y Putin sólo coincidieron al margen de eventos internacionales. El encuentro será un nuevo esfuerzo por relanzar las relaciones una década después del intento del presidente Barack Obama.
Los últimos años la lista de desacuerdos sólo se alargó. Desde el apoyo de Moscú al régimen sirio, mientras que Washington apoya a los rebeldes, a la anexión de Crimea por Rusia acusada además de apoyar a los separatistas del este de Ucrania, o la injerencia rusa en la campaña de EE. UU. Antes del anuncio, Trump repitió su argumento de que Rusia niega las acusaciones, al tuitear: “Rusia sigue asegurando que no tuvo nada que ver con inmiscuirse en nuestras elecciones!”.
El encuentro se hará en momentos en que Trump agita el tablero diplomático y da la espalda a sus aliados europeos en el G7.
“Los dos líderes van a hablar de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia así como de cierto número de temas relacionados a la seguridad nacional”, precisó por su lado la Casa Blanca.
Trump afirmó la noche del miércoles que tenía intención de tratar la guerra en Siria y la crisis en Ucrania con Putin, y se mostró prudente pero optimista: “Creo que hablaremos de muchos otros temas. Y ya veremos qué pasa (…) Pero creo que de las reuniones con personas pueden salir muchas cosas buenas”, dijo.
El acuerdo para organizar esta cumbre se cerró en una visita a Moscú del asesor de seguridad nacional, John Bolton.
Putin, que recibió a Bolton en el Kremlin, afirmó que espera al menos “unos primeros pasos para restablecer relaciones completas”, asegurando que nunca buscó “una confrontación”. “Hay que reconocer desgraciadamente que las relaciones no están en su mejor momento”, agregó, estimando que se trataba del “resultado de una dura lucha política interna en Estados Unidos”.
El último encuentro entre los dos mandatarios fue una breve conversación al margen de una cumbre del área de Cooperación Asia Pacífico en Vietnam, en noviembre. Desde la reelección de Putin en marzo buscan reunirse.
“La OTAN, tan mala como el Nafta”
En otro desafío abierto a sus aliados occidentales, Trump dijo en la reciente cumbre del G7 que la alianza militar OTAN es “tan mala como el Nafta, el tratado comercial de América del Norte que amenaza con romper.
El comentario incrementa las preocupaciones de que los aliados se encaminan a una cumbre tormentosa el mes próximo. Fue revelado ayer por el sitio estadounidense Axios y confirmado por un diplomático europeo.
La cumbre del G7 celebrada en Quebec a principios de junio mostró a un Trump aislado en sus posiciones, enfrentando a los líderes de las otras seis democracias ricas del mundo en torno al comercio. Pero no se sabía que la hostilidad sobre los acuerdos multilaterales alcanzaba a la OTAN, baluarte de la seguridad occidental durante décadas.
Los miembros de la OTAN se reunirán el 11 y 12 de julio en Bruselas, días antes de la cumbre Trum-Putin.
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