La puja se nacionaliza

El frente kirchnerista comenzó a atar los no pocos cabos sueltos que le quedaban y se encamina a presentar una propuesta electoral capaz de disputar al sobischismo los comicios de octubre y, quizá, avanzar hacia una alternativa de cara al 2007. Con sus más y sus menos, el amplio espectro liderado desde la Casa Rosada tomó la iniciativa y jugó sus cartas más importantes, lo que no puede decirse aún de Jorge Sobisch. A pesar de algunos escarceos fallidos con Jorge y «Pipe» Sapag, el líder del MPN todavía no ha destapado del todo su juego.

Luego del congreso justicialista en el que las tropas de Romero se declararon en rebeldía, rechazaron la candidatura de Silvia Sapag y reclamaron ese lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales para Susana Llambí, el PJ terminó por rendir sus armas ante el presidente.

Desde la Casa Rosada se manifestaron satisfechos con la decisión de Romero. Al fin de cuentas, dijeron, sólo necesitaba «algunos mimos de Kirchner» para disciplinarse. En similar sintonía, Romero explicó que fueron los convincentes argumentos políticos del presidente, quien entre otros pronósticos optimistas le aseguró que en el 2007 «vamos a ser gobierno en Neuquén», los que terminaron de convencerlo.

También el Frente Grande terminó por allanarse al esquema pergeñado por Kirchner. En primer lugar al digerir la cuestionada sociedad con Quiroga, y luego al aceptar que no se le garanticen los lugares que pedía en las listas de convencionales y concejales. Después de todo Massei, primer candidato a diputado, acaba de admitir que no viene «de un repollo» sino de esa fuerza política.

El médico independiente Héctor Pianciola confirmó ayer que acepta el convite de Parrilli para integrar la lista de candidatos a concejales y resignó de buen grado el primer puesto que le había ofrecido el secretario general de la Presidencia, en favor del secretario de Economía de Quiroga, Martín Farizano. El ex presidente del Colegio Médico irá segundo.

De la mano de Quiroga, y a diferencia de lo que ocurre en el resto del país, el frente neuquino podría sumar a fuerzas que en el escenario nacional disputan el espacio con Kirchner, como el ARI y Recrear. En todo caso, el milagro que posibilitaría tan difícil comunión se debe al unánime rechazo que suscita el modelo autoritario de Sobisch.

Al Frente sólo le resta confirmar el sí definitivo de Silvia Sapag. No es un detalle menor, sino una de las columnas en las que reposa el edificio porque, más allá del modesto peso electoral del felipismo, la participación de «una Sapag» en la lista kirchnerista tiene un enorme peso simbólico.

Por lo pronto, en la Casa Rosada aseguran que está todo arreglado para que la hija de Felipe Sapag se sume a la puesta en escena que preparan para el martes. Ese día, en vísperas del plazo que fija la Justicia para presentar las juntas electorales, Parrilli y muy probablemente el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, bajarán a Neuquén para presentar en sociedad los candidatos del Frente Cívico para la Victoria.

Si todo marcha bien, el propio Kirchner se hará una escapada a esta capital para bendecir 'urbi et orbi'. Será luego de concretar la postergada visita a Zapala y antes del aniversario de la ciudad, como se había insinuado, por razones de agenda.

«Nosotros dijimos que Kirchner iba a jugar fuerte en Neuquén», se jactó un operador del presidente confirmando la impresión de que la elección neuquina se nacionaliza.

Para Sobisch, que aún no ha desplegado las piezas sobre el tablero, el panorama de una oposición inclinada por primera vez a la unidad tiene un efecto perturbador. Como un gorila que se golpea el pecho antes de ofrecer batalla, el MPN se lanzó ayer al ruedo electoral con un multitudinario acto en Zapala. Pero más allá de esa enorme demostración de fuerza, Sobisch acaba de experimentar un revés en la largada: esta semana falló en su intento de alinear a los Sapag detrás de su proyecto electoral para octubre próximo.

La inclusión de «Pipe» en la cabeza de la lista de candidatos a diputados y, más importante aún, la de su hermano Jorge, el ex vicegobernador, como cabeza de los convencionales, era una forma segura de contrarrestar la presencia de Silvia Sapag en las listas kirchneristas. Pero no pudo ser.

Le tocó a «Pipe» salir a aclarar los motivos. El ex senador y actual vocero de su hermano advirtió que ninguno de los dos aceptará postularse. Aunque aseguró que sólo habían recibido ofrecimientos informales, no son pocos los que afirman que hubo un contacto con Sobisch donde los hijos de don Elías rechazaron el convite. Se dice que allí fueron puestas sobre la mesa dos alternativas: con el «sí» todo el respaldo del aparato partidario para que Jorge sea gobernador; con el «no» todo en contra en la interna que definirá el candidato para el 2007.

¿Pueden los hijos de Elías rehusar un convite en el que se juega el futuro del partido, sin sufrir las consecuencias?

Aunque en tono moderado, «Pipe» descargó sus críticas al modelo que encarna Sobisch. Fustigó su estilo de conducción, la gente de que se rodea, el congelamiento de la vida partidaria, las fuerzas «de derecha» que eligió de socias en su carrera presidencial y la cruenta relación con Nación que, concluyó, perjudica a la provincia.

«Sobisch está muy desprestigiado y no podemos perder el 100 por ciento de nuestra credibilidad», sintetizó alguien muy cercano a Jorge Sapag. Aseguró que, en ese contexto, el ofrecimiento de Sobisch era el abrazo de un oso: por un lado le transfería el costo de una muy posible derrota ante Kirchner. Por el otro, lo impregnaba con su desgaste, haciendo añicos la expectativa de encarnar una alternativa no contaminada.

Es que Jorge Sapag está en campaña, pero para el 2007. Destina tres días de la semana a recorrer el interior y otros dos a 'peinar' los barrios pobres de la capital. En su entorno aseguran que en el MPN son muchos los que están de su lado, aunque todavía prefieren callar por temor a represalias.

Caído el tándem Sapag, en el MPN se barajan otros nombres. Para el Congreso, los del defenestrado jefe de Gabinete, José Brillo, y la esposa del gobernador, Liliana Planas. Para convencionales, el del senador Pedro Salvatori.

Acaso a Sobisch no le quede más remedio que jugar él mismo la partida. Desde que Kirchner se metió en su patio trasero, cada vez son menos las chances de que el gobernador pueda zafar de jugar a fondo este año. ¿Cómo podría presentarse ante aquellos con los que aspira a medirse, como López Murphy o Macri, si Kirchner lo bate en su propio territorio?

Héctor Mauriño

vasco@rionegro.com.ar


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