La selección selló a una campaña irreprochable

El equipo que presentó Bielsa consiguió una actuación histórica rumbo al Mundial.

MONTEVIDEO (Télam, por Hernán Gadda, enviado especial).- El seleccionado argentino de fútbol cerró ante Uruguay su participación en las eliminatorias sudamericanas, en las que finalizó en el primer lugar a doce puntos de su escolta, Ecuador, tuvo momentos de brillo y quedó perfilado como uno de los grandes candidatos para el próximo mundial.

Los números pocas veces engañan y los que consiguió el equipo de Marcelo Bielsa lo dicen todo: 18 partidos jugados, 13 ganados, 4 empatados y tan sólo uno perdido; 43 puntos (casi el 80 por ciento del total), 42 goles a favor y 15 en contra.

El proceso de Bielsa en las eliminatorias fue irreprochable desde donde se lo mire. Se clasificó varias fechas antes del final, ganó en lugares históricamente difíciles para la mentalidad argentina como la altura de Quito y Bogotá y no cayó en La Paz, tres puntos que generalmente se daban por perdidos.

Pero más allá de la frialdad de los números, que no dejan margen para la discusión, hay otros ingredientes para poder pronosticar que el barco va en el rumbo correcto y tiene chances importantes de hacer un gran mundial.

El discutido Bielsa de hace pocos años, con su lenguaje atípico para el pueblo «futbolero», sus tácticas con puestos como carrileros o extremos, se ganó el respeto de todos, no solamente por los resultados sino por una línea de conducta, trabajo y seriedad en todo el proceso.

Además, como nunca antes en eliminatorias, los triunfos ayudaron a que el entrenador formase una base muy sólida y las distintas convocatorias tuvieron pocas sorpresas, formando un grupo homogéneo, que en otras épocas no tenía la misma relación que disfruta hoy.

Bielsa cuenta con calidad y cantidad para elegir, aunque 17 ó 18 lugares para el mundial seguramente ya están reservados. De un grupo reducido de jugadores saldrán las pocas sorpresas que presentará en su lista definitiva para Corea-Japón.

Además, el rosarino supo «exprimir» de algunos jugadores que ya jugaron otras eliminatorias y mundiales lo mejor de sí mismos.

Casos como el de Verón, considerado en la actualidad por la prensa mundial como uno de los mejores futbolistas del planeta, la ubicación de un Sorín cada vez más determinante en puestos polifuncionales, el «experimento» exitoso de jugar con el «Kily» Christian González como extremo izquierdo o la confianza que adquirió Hernán Crespo, uno de los goleadores de la serie.

En el arco, Germán Burgos, criticado por algunas actuaciones poco satisfactorias, demostró en los momentos difíciles que le sobra personalidad y que, por ahora, al resto le queda pelear un lugar en el banco de los suplentes.

En una conferencia en Montevideo, el «Piojo» Claudio López fue consultado sobre cuáles habían sido los puntos determinantes para que Argentina haya ganado las eliminatorias casi sin «despeinarse» y el delantero fue conciso y claro. «La forma de jugar que tuvo el equipo siempre se respetó, y por supuesto un esquema de juego. Lo que quiso el entrenador lo hicimos convencidos», señaló.

Es verdad que en 18 partidos, generalmente, hay momentos menos felices que otros. Pero este seleccionado solamente no cumplió en el deslucido triunfo ante Bolivia en Buenos Aires (1-0), en la caída ante Brasil como visitante (3-1) y en la primera media hora de anoche en el Centenario. Pocos instantes y nada grave.

También hay que reconocer que algunos de los nombres que aparecen en las convocatorias todavía no lograron rendir en función de equipo: Aimar parece un jugador distinto del que brillara en Ríver y Cruz no sumó méritos suficientes para pensar que merece ir al mundial.

Bielsa se jugó por sus convicciones, le costó entrar tanto en el periodismo como en el público, pero finalmente logró una actuación histórica en eliminatorias.

El capitán Ayala tiene la respuesta

MONTEVIDEO, Uruguay (DyN, Enviado especial).- El zaguero Roberto Ayala es desde el alma capitán del seleccionado argentino y por eso rechazó enfáticamente que hayan contribuido en forma intencional a la clasificación de los uruguayos para el repechaje ante los autralianos.

«Nosotros no le regalamos nada a nadie. El cansancio se apoderó de nosotros, yo lo sentí, y fue por el cansancio que en los últimos minutos del segundo tiempo jugamos la pelota para los costados», subrayó Ayala.

Ayala con el 1-1 ante los uruguayos en el estadio «Centenario» ya tiene 74 partidos en el seleccionado, por lo que sólo cinco futbolistas salieron a la cancha más veces que él con esa camiseta, Diego Simeone (104), Oscar Ruggeri (99), Diego Maradona (91), Ariel Ortega (81) y Gabriel Batistuta (75).

El paranaense se comporta como un embajador deportivo y con máxima predisposición siempre atiende ni bien llega al periodismo del país donde el equipo mayor de la AFA se apresta a competir.

Por eso Ayala puso énfasis en aclarar que de ninguna manera se colaboró con la clasificación de los orientales para los dos cotejos eliminatorias ante el representante de Oceanía, en Melbourne y en Montevideo, en ese orden.

Irlanda consiguió su pasaporte

TEHERAN (ANSA).- Irlanda se convirtió ayer en la penúltima selección en clasificar al Mundial del 2002, pese a perder 0 a 1 ante Irán con un agónico gol de Yahya Golmohammadi a los 92.

La clasificación le llegó a la selección dirigida por Mick McCarthy gracias a la mejor diferencia de gol en el doble repechaje, ya que Irlanda había ganado por 2-0 en el encuentro de ida disputado en Dublín .

En un estadio «Azadi» repleto (la concurrencia fue de casi 100.000 espectadores) y con 1.000 irlandeses en las tribunas, entre los cuáles alrededor de 30 mujeres admitidas con la vestimenta islámica, Irlanda se presentó con la única novedad de la ausencia de su capitán Roy Keane.

En la etapa inicial, el centro campo irlandés controló sin grandes problemas los poco incisivos ataques de Irán, que solo llevó algún peligro con un golpe de cabeza de Alí Daei y una incursión de Karimi que culminó con un remate apenas desviado.

Parecieron más determinados los iraníes en el segundo tiempo y el arquero Shay Given debió esforzarse para impedir que Karim Bagheri y Daei abriesen el marcador; pero el equipo dirigido por Miroslav Blazevic no tuvo la agresividad, mientras los contragolpes de Connolly y Robbie Keane constituyeron siempre una amenaza.

La satisfacción del gol marcado por Golmohammadi con un cabezazo, cuando se jugaba tiempo de descuento, de poco sirvió a los iraníes, quienes por lo menos tienen la tranquilidad de que, hasta ahora, su técnico croata Blazevic no cumplió con su amenaza de que, si su equipo no se clasificaba, se colgaría de uno de los travesaños del campo de juego.


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