La UCR aprueba encolumnarse tras Lavagna

BUENOS AIRES (DyN) – La Convención Nacional de la UCR aprobó, en una tensa y acelerada sesión, su respaldo a la conformación de una coalición política encabezada por el candidato a presidente Roberto Lavagna. La asamblea partidaria, que deliberó hasta las 2 de la mañana, dio su aval a varias reformas a la carta orgánica para sancionar a los dirigentes, particularmente los gobernadores K, que desconozcan las resoluciones partidarias y respalden al candidato a presidente del kirchnerismo. Un treintena de oradores expusieron propuestas y diferencias durante nueve horas, hasta que Morales sometió a votación el acta acuerdo firmado el jueves con Lavagna y fue respaldo por los 196 delegados.

La Convención registró numerosos momentos de tensión que culminó a la una de la madrugada cuando unos 60 convencionales liderados por la secretaria general de la UCR, Margarita Stolbizer, se retiraron de la reunión, tras expresar en todos los tonos su oposición al acuerdo por la candidatura de Lavagna.

La asamblea autorizó al comité nacional a convocar a los organismos provinciales para consultarlo acerca del dirigente radical que acompañará a Lavagna en la fórmula presidencia. Morales hizo la presentación oficial de Roberto Lavagna, a quien calificó de «economista reconocido, de extracción justicialista, que nunca estuvo con los militares ni los neoliberales» y en cambio «fue el ejecutor de una política progresista y nacional». La propuesta fue abucheada por una barra integrada por militantes bonaerenses que en signo de sorna comenzaron a cantar la «marcha peronista», a lo que los convencionales partidarios del acuerdo respondieron con el himno radical.

La defensa de Morales a la trayectoria de Lavagna acentuó la presión de los dirigentes que aspiraban a elegir candidatos propios para los comicios nacional y provinciales. «Andá con Duhalde la p… que te p…», gritaron. Agregaron: «Con el Ruso, con Anaya, la derecha que se vaya», en alusión a Sergio Karakachoff y Mario Anaya, radicales desaparecidos durante la dictadura militar.

En el debate preliminar, la Convención asistió a una enfervorizada intervención del senador mendocino Ernesto Sanz, quien expresó que «la cuestión de fondo es si seguimos bancando o no a los traidores» y al gobierno nacional, que «quiere que el radicalismo desaparezca para que sólo haya sumisos».