Las tragamonedas volvieron a Viedma algo cambiadas

VIEDMA (AV)- Las 70 tragamonedas volvieron a Viedma. Se encuentran en el casino El Faro en el balneario El Cóndor, pero algunas de ellas estarían incompletas. Según fuentes policiales a varias de ellas -por lo menos más de 15- les faltaba el vidrio frontal donde en Gualeguaychú tenían la identificación del casino de esa ciudad entrerriana, se-gún describieron en su momento informaciones llegadas desde esa ciudad.

Esta situación no hace más que corroborar que las máquinas efectivamente estuvieron en Gualeguaychú tal como lo consignó «Río Negro», a pesar de estar inhabilitadas por la Justicia.

Efectivos de la Policía del balneario El Cóndor y de Criminalística fueron los encargados de constatar la presencia de las máquinas en el casino El Faro. En ese relevamiento también se habría verificado que varias de ellas no tenían los precintos que les fueron colocados para que no se utilizaran en febrero de este año por orden del juez Jorge Bustamante, lo que indica que no se cumplió con esta resolución judicial.

El propietario de Varsa S.A., Carlos Ferrari, estuvo en esta capital y siguió de cerca en el atardecer del lunes el traslado de las tragamonedas de un edificio ubicado en España casi Garibaldi de Patagones al casino El Faro en El Cóndor, a 30 kilómetros de Viedma.

Ferrari dejó esta ciudad ayer luego de entrevistarse con su abogado defensor, Manuel Maza. No se supo además de la supervisión del traslado de las máquinas qué otra actividad o reunión mantuvo en la capital rionegrina.

Las tragamonedas fueron depositadas en un sector del casino del balneario El Cóndor aledaño a la sala de juegos donde desde el exterior se observan máquinas de ese tipo además de las mesas de ruleta y otros juegos.

En la conferencia de prensa ofrecida el martes pasado en esta capital, Ferrari dijo desconocer el traslado de las máquinas ni dónde estaban y negó tener negocios con concesiones de este tipo de Gualeguaychú. Pero al parecer ayer habría estado muy preocupado en reponer los vidrios frontales a las que les faltaban antes que el juez Jorge Bustamante llegara al nuevo destino de las máquinas.

Por otra parte, el exgerente del Casino de Viedma, Hugo Arbanás, se presentó ayer ante el juez. Pagó la fianza de 1.500 pesos y se retiró con el alivio de saber que ya no pesa en su contra una orden de captura como hasta la semana pasada por el delito de «depositario infiel», del que fue acusado por el juez por haber permitido que las 55 tragamonedas de Viedma fueran retiradas del casino. Pasadas las 10, ingresó a Tribunales acompañado por su abogado defensor Manuel Maza, el mismo letrado que representa a Ferrari. Pagó y se fue.

El magistrado le otorgó la libertad por el delito de «depositario infiel», fijándole una fianza de 80.000 en base al valor de las máquinas que debió custodiar. Como las tragamonedas aparecieron, el abogado reclamó una readecuación de la caución que se redujo a 1.500 pesos que se abonaron ayer.


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