León Gieco le da alas a un grupo de artistas especiales

El jueves se estrena "Mundo Alas" en los cines porteños; una especie de "road movie" de una gira junto a músicos, bailarines y pintores con capacidades diferentes. Luego de 40 años de carrera, el cantante hace su debut en el cine. |Mirá el trailer|

«Mundo Alas», que se estrenará este jueves en cines locales, marca el debut de León Gieco como cineasta en un documental que muestra la vida de un grupo de artistas con capacidades especiales que son sus amigos y con los que se fue de gira musical.

El eje de 'Mundo Alas' es la música, danza y pintura a manos de un grupo de artistas con capacidades especiales, guiados por León Gieco en una especie de «road movie», cuasi de viaje de egresados.

Sin demagogias -porque el demagogo busca solo la foto y jamás se embarcaría en una gira de dos meses con seres con capacidades diferentes-, Gieco hace su debut en el cine, pero además promete nueva gira y empezar a dedicarse al cine de ficción.

A lo largo de sus casi 40 años de carrera, León construyó una trayectoria muy vinculada a temas sociales y derechos humanos, y en este caso cimentó aún más su carrera de hombre despojado de egos.

En estos años, Gieco conoció en San Luis a Maxi Lemos, un chico que padece secuelas de parálisis cerebral y que hace más de 10 años se subió con él a cantar «Carito» en Villa Mercedes.

En sus visitas al Hogar San Roque de la localidad rosarina de Capitán Bermúdez, Gieco conoció a Pancho Chévez, un chico sin extremidades superiores e inferiores que le pidió aprender a cantar.

«Panchi vino y me dijo 'quiero ser famoso como vos', le dije que aprendiera a cantar y a tocar la armónica, y desde esa vez todos los años nos juntamos a tocar», relató Gieco en charla con Télam.

«Gracias a León pude armar mi banda, grabar tres discos y cantar con Almafuerte, Las Pelotas, Víctor Heredia, Diego Torres y Luciano Pereyra, entre otros», explicó Pacho, un habitué de los escenarios del Cosquín Rock.

En el año 96, Gieco visitó la ciudad santafesina de Fighera donde lo entrevistó Carina Spina, una periodista no vidente, que posse una gran voz y que ya esta grabando un CD.

Alejandro Davio sufrió 15 operaciones ya que nació afectado por hidrocefalia y en una ocasión en la que Gieco visitó el Hospital Garrahan, cantaron juntos. Davio editó dos discos y hace varios años que suele tocar con Gieco en diferentes lugares del conurbano bonaerense.

En el 2004, Damián Frontera, un atleta que sufrió una lesión que lo dejo confinado a una silla de ruedas, le envio un VHS a Gieco que lo mostraba bailando canciones del artista de Cañada Rosquín.

Antonella Semán y Carlos Sosa integran el grupo de «Pintores sin manos» y desde hace varios años trabajan con Gieco en el escenario y van pintando a medida que transcurre el show.

Este es el elenco de «Mundo Alas», los amigos con los que Gieco se embarcó en una gira con varios shows y con los que prepara un nuevo tour.

Junto a ellos giraron Karina, Nidia, Lucrecia, Javier y Eduardo, chicos con síndrome de down que bailan tango e integran parte del cuerpo de ballet de la Fundación Amar.

Chévez subió al micro de Gieco a dos amigos del Hogar San Roque: Beto Zacarías y Rosita Boquete, y esta chica tiene filmadas más de 20 horas con su cámara personal que integraran un documental con el backstage de la gira.

Para filmar esta película, Gieco trabajo con Sebastián Schindel y Fernando Molnar, de Magoya Films, que prepararon además 10 capítulos con la vida de cada artista para que luego sean emitidos por el Canal Encuentro.

Sobre la gira, Gieco dijo que le sirvió «para salir del centro de atención, del centro de las luces. Con ellos estoy relajado, soy uno más y eso es una tranquilidad y un descanso».

Mientras que sobre la película, Gieco aseguró que «surgió en medio de la gira, yo no sabía nada, llamé a los chicos de Magoya y después dirigí, me metí en el guión, en la compaginación y en la edición».

«La decisión de hacer la película -se explayó- la tomé porque los chicos me incentivaron mucho, veía que se estaba formando una familia rodante y quería que eso quedara grabado».

Sobre el armado del filme, Gieco explicó que «no hay escenas armadas, porque yo era el director y no sugería una orden de filmación. Filmamos lo que surgía o lo que los chicos de Magoya nos indicaban acerca de parar en tal lugar para hacer determinadas cosas».

De este modo, Gieco, que se considera un cinéfilo, descubrió el mundo del cine y adelantó que está trabajando junto a un «ghost writer» (escritor fantasma) en dos guiones de ficción que aspira a filmar en el futuro.

Agencia Télam


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