Hartazgo de las reuniones vía Zoom: fenómeno laboral en aumento

Hay organizaciones que abusaron de esta herramienta.

Redacción

Por Redacción

Ya es más que evidente el hartazgo que se padece con las reuniones vía Zoom. Tanto es así que se las considera más insoportables que las reuniones presenciales. Sí, así está el asunto, tanto que un estudio publicado por el laboratorio de interacción humana de la Universidad de Stanford llama al fenómeno como “fatiga de Zoom”.

Según un artículo publicado en el diario El País de España, el mismo estudio advierte de que “el mosaico de caras con las que interactuamos de cerca, anclados a una silla, con dificultades para captar el lenguaje no verbal, y con nuestro rostro expuesto al escrutinio del resto y a nuestra propia autoevaluación en la pantalla, genera un estrés adicional”.


En muchas organizaciones hubo y hay un abuso de las reuniones vía Zoom. El hartazgo que ellas producen ahora por tanta cantidad atentan contra la productividad y el bienestar de los empleados.

Su autor, Jeremy Bailenson, afirma que el esfuerzo de comunicación es más elevado cuando la comunicación es vía Zoom. El trabajo de la universidad estadounidense cita experimentos que prueban que se habla a un volumen un 15% más elevado cuando se interviene a través de la videoconferencia, y señala que se suple la falta de cercanía física exagerando el lenguaje no verbal con movimientos de cabeza, al asentir con más insistencia, o mirando fijamente a la cámara. Además, resulta más complicado interpretar las miradas y señales del otro que en persona, lo que genera un esfuerzo extra por descifrarlas.

Otra dificultad de la que no siempre se es consciente: la videoconferencia es una forma de comunicación estática, que a diferencia de las conversaciones telefónicas o en persona, no permite caminar a la vez, convirtiéndola en menos natural. David Michael Hough, director de Educación en la compañía Elsevier, especializada en salud, admite que “el concepto de fatiga existe, pero si eres consciente de ello tienes la oportunidad de buscar un equilibrio. Después de muchas llamadas consecutivas necesito alejarme de mi notebook”.

La Universidad de Stanford considera a este estudio como la primera vez que se analiza la fatiga de Zoom desde una perspectiva psicológica. El artículo se publicó en Techology, Mind and Behaviour, revista de la Asociación Americana de Psicología y aunque se basa en investigaciones académicas, su autor puntualiza que los lectores deben considerarlo como un conjunto de argumentos que puede ayudar tanto a Zoom como a sus usuarios a mejorar la interacción, y no como hallazgos científicos inapelables. Medidas como usar un teclado externo para aumentar el espacio con la pantalla, reducir el tamaño de la ventana de Zoom en el monitor, apagar la cámara periódicamente si no se está interviniendo y moverse un poco por la estancia, están entre los consejos para reducir esa fatiga.

La sensación de hartazgo en el uso cotidiano de una herramienta que hasta hace unos meses para muchos era prácticamente desconocida llega incluso a su creador. Según Bloomber, Eric Yuan, fundador de Zoom, también llegó a decir: “Son demasiadas reuniones por Zoom, las odio”.

¿Sugerencias, entonces, para menguar la fatiga Zoom? Especialistas recomiendan:

Descansar entre reuniones. Apartarse de la pantalla para descansar, reflexionar y lograr recuperación.

Esconder la imagen personal. Así se puede ser menos autoconsciente y focalizar más en los que los otros dicen.

Usar otros medios. Por ahí, para muchos el vía Zoom es lo más fácil. Recurrir al mail, al mensaje de texto, chateo o llamada telefónica.


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