Los concursos para jueza de Familia dejaron un debate pendiente en Neuquén

Hubo una incipiente polémica con los antecedentes de una concursante, y quedó en duda en qué etapa debe plantearse la discusión. La selección de magistradas avanza tras la dura etapa técnica.

Dos secretarias de juzgado son las únicas en condiciones de aspirar al cargo de jueza de Familia de Neuquén capital, luego de cumplida la exigente etapa técnica que dejó fuera de carrera a más de la mitad de los inscriptos. Se trata de Adriana Saralegui y Andrea Novoa, quienes le sacaron una ventaja importante al resto de las participantes.

Algo similar ocurre en el concurso para jueza de Familia de Chos Malal, donde las únicas con posibilidades son la actual defensora civil de esa ciudad, María Claudia Castro, y la abogada neuquina María Vanina Sobisch.

En ambos concursos organizados por el Consejo de la Magistratura sólo resta la entrevista personal con los consejeros, que reparte 20 puntos. Se realizará en la segunda quincena de noviembre.

Una de las que quedó afuera de la competencia es la abogada trans Cristina Hendrickse. “Pensé que me había ido mejor. De todos modos un examen es un accidente. Me prepararé mejor para el próximo”, dijo al conocer el resultado.

Los antecedentes

Antes de su cambio de género, Hendrickse fue prosecretaria en el juzgado de Familia de Zapala. Ingresó el 23 de abril de 2013 y se la declaró cesante previo sumario el 18 de diciembre del mismo año.

El viernes dijo a “Río Negro” que el sumario se lo hicieron por diferencias que tuvo con la secretaria del juzgado, que fue la misma persona a la cual denunció por discriminación este año. Por ese incidente obtuvo una disculpa institucional del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia.

La consejera Monserrat Morillo, que fue la que calificó con más alto puntaje los antecedentes de la abogada trans, dijo que evaluará ese sumario en la entrevista personal ya que sólo había tenido en cuenta “los antecedentes académicos”. Lo mismo contestaron sus pares Isabel López Osornio, quien le puso el puntaje más bajo, y Marcelo Inaudi.

La ley contiene una manda ambigua: “el Consejo de la Magistratura procederá a efectuar una evaluación integral de los antecedentes de cada uno de los postulantes”.

Dos concursantes que compitieron contra Hendrickse dijeron a este diario que no pensaron en impugnar el puntaje que le otorgaron por antecedentes. “Es parte de la discrecionalidad que tienen los consejeros”, deslizaron con malestar.

¿Debieron tener otro tratamiento los antecedentes? ¿El Consejo debió fijar su postura ante futuros casos similares?

Con la deserción de Hendrickse, este debate queda trunco.

En el sumario que se le hizo en su momento, consta que Hendrickse lanzó una acusación grave contra Evaldo Moya, hoy presidente del Consejo de la Magistratura. Sin embargo, ninguno de los dos pareció recordar el incidente: no hubo recusaciones ni excusaciones en el concurso.


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