Los egresados del Balseiro apuestan por el país

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los tiempos que corren para la ciencia en Argentina son muy diferentes a los vividos años atrás, marcados por la incertidumbre y la emigración de las mentes que brillan.

El cambio es de fácil percepción en cualquier espacio vinculado al ámbito, como lo fue la ceremonia de egresados del Instituto Balseiro de Bariloche. Recibieron diplomas ocho nuevos graduados, catorce obtuvieron su Maestría en Física, seis lograron la Maestría en Física Médica y siete son flamantes doctores en Física, Ingeniería Nuclear e Ingeniería.

«¡En Argentina, por supuesto!», exclamó Gustavo Moreno, el mejor promedio de Física, cuando «Río Negro» le preguntó si seguiría la carrera en el exterior o en el país.

Moreno viene de Buenos Aires y es desde el viernes «Master» en Física. «Las expectativas son muy buenas para mí. Espero un resultado positivo del Conicet, donde apliqué para el doctorado y entraré si logro la beca», explicó.

«Las posibilidades de crecer en ciencias en Argentina son mucho mejores que cuando comencé a estudiar, definitivamente. Y es seguro que no me voy a ir afuera. Hay buenas posibilidades de crecer en Física acá en el país, está mejorando todo», completó.

La ceremonia se realizó en el salón de actos del Balseiro, en el Centro Atómico Bariloche, y estuvo presidida por Arturo Somoza, vicerrector de la Universidad Nacional de Cuyo (una de las «patas» del

Instituto con la Comisión Nacional de Energía Atómica), y José Lolich, director de la academia.

Somoza también puso el acento en la transformación que viven las ciencias y la tecnología en el país.

Se refirió al prestigio del Balseiro con «connotación mágica» que los nuevos graduados llevan como aval y señaló a los jóvenes científicos que «hoy Argentina vive un proceso refundacional».

«Las ciencias y la tecnología se convirtieron en un ámbito de mucha esperanza y grandes expectativas y ustedes deben estar a la altura de estas circunstancias. Ustedes harán un gran aporte a la necesidad de crecimiento que tiene el país, que es imperiosa», agregó.

Los discursos llegaron al salón colmado luego de la clásica presentación musical que desde hace tres años está a cargo del Coral Balseiro, y la entrega de diplomas ganó en emotividad con la participación de padres o amigos de los egresados.

Diego Bravo, de Tucumán, obtuvo la licenciatura en Física con Orientación en Sistemas Complejos, y consideró que la graduación «es un momento cúlmine pero a la vez un paso más en una larga carrera, porque ahora viene la Maestría y después probablemente un Doctorado».

«Hay muchas posibilidades para seguir la carrera tanto en el país como en el exterior. Pero yo seguiré en el Balseiro», expresó.

También Néstor Guenci, de Buenos Aires, logró la licenciatura en Física y vivió con alegría la ceremonia.

Junto a su madre consideró que «al comenzar los estudios el futuro de la ciencia en el país era incierto pero ahora se le destina más importancia y espero que por eso el país se desarrolle mejor». También continuará investigando en Bariloche.

En la licenciatura en Física egresaron Diego Bravo, Néstor Ghenzi, Ignacio Gómez Portillo, Pablo Jais, Leandro Koile, Alejandro Maio, Federico Napolitano y Emiliano Pérez Ipiña.

En cuanto a las Maestrías, en Ciencias Físicas la consiguieron Fernando Arizmendi, Alejandro Castro, José Espasandín, Abel Garriz, Edith Losada, Aner Lucero, Gustavo Moreno, Matías Nikilson, Carlos Ordóñpez Urbano, Amílcar Osorio, Diego Pérez, Jesús Vega Castillo, Mario Zapata Herrera y Juan José Zárate.

En física Médica fue para Germán Arenas, Sergio Bustos Carpio, Mario Matos Ortega, Joseph Simón Primo, Yarissa Villarreal Jiménez e Yrina Viatela Sastoque.

El doctorado en Física fue para Florencia Cantargi, Hugo Ferrari, Alejandro Lobos, Santiago Rigamonti y José Vargas. En Ingeniería Nuclear Andrés Etchepareborda y en Ingeniería Liliana Mogni.