Los impuestos negros
La inflación y la brecha cambiaria son impuestos encubiertos diseñados para extraer recursos del sector productivo de la población.
La Constitución de la Nación Argentina indica en su artículo 4° que las contribuciones e impuestos deben ser establecidos por el Congreso.
Con recurrencia, el Poder Legislativo delega al Ejecutivo estas facultades que debieran ser de su incumbencia exclusiva.
Lejos de seguir el espíritu de la Constitución, que indica que las cargas deben ser proporcionales y equitativas, la situación tributaria está fuera de cauce, con 167 impuestos diferentes en la actualidad: 43 nacionales, 39 provinciales y 85 municipales.
Según información estadística de la Secretaría de Hacienda, los gastos corrientes y de capital del sector público nacional superan ampliamente los ingresos. El resultado financiero del 2020 indica un déficit de 2.292.830 millones de pesos, o de 30.300 millones de dólares a TC oficial promedio.
El déficit del Estado Nacional, equivale a un 62% de sus ingresos corrientes.
En resumen, los impuestos, por agobiantes y numerosos que sean, están muy lejos de ser suficientes para cubrir los gastos del Estado.
Conocemos que la solución consiste en adecuar el gasto público al nivel que propone la Constitución determinado por ingresos impuestos por el Congreso de manera sensata, proporcional y equitativa.
Sin embargo esta opción es impensada y su simple enunciado es considerada un anatema en la política argentina.
Asi planteada la situación, sin opciones realistas de incrementar la carga tributaria, ni voluntad política para reducir el gasto, el Estado recurre a dos mecanismos para generar ingresos adicionales para cubrir su déficit:
La inflación y la brecha cambiaria.
La inflación
Consiste lisa y llanamente en imprimir dinero nuevo. Es el negocio más rentable posible en el que se alcanzan los resultados sin ningún esfuerzo ni trabajo productivo.
La emisión se cuantifica con el incremento de la base monetaria o sus agregados que incluyen depósitos bancarios como el M2, M3, M4.
Durante el 2020, se incrementó la base monetaria (M3) en 3.823.049,34 millones de pesos (de estadísticas del BCRA) o en 50.804 millones de dólares a TC oficial promedio.
La emisión superó lo necesario para cubrir el déficit del sector público nacional y distribuir para cubrir déficits provinciales.
La emisión conduce de manera directa e irrevocable a la devaluación de la moneda que se observa con el incremento de los niveles de precios.
El índice de precios calculado por el INDEC sigue de manera precisa el incremento de la base monetaria según la relación IPC=k*BM/PIB. Dicho de otra manera, la inflación está generada exclusivamente por la emisión. El impuesto inflacionario implica más de un 6,5 % del PIB.
La brecha cambiaria
La brecha es el mecanismo mediante el cual el Estado intercepta y se apropia de las divisas generadas por un particular y le devuelve un monto arbitrario en moneda local que es menor al valor real de esa divisa
La brecha cambiaria es un impuesto encubierto. Las exportaciones de la Argentina son de aproximadamente 5.500 millones de dólares mensuales. El impuesto de brecha recaudó durante 2020 aproximadamente 21.400 millones de dólares o un 4,82% del PIB.
Conclusión
La inflación y la brecha cambiaria son impuestos encubiertos diseñados para extraer recursos del sector productivo de la población. Estos impuestos permiten al Estado extender indefinidamente la situación de déficit y descontrol presupuestario que caracteriza a la Argentina desde hace muchas décadas.
Los efectos nocivos de su aplicación son evidentes y causa de pobreza generalizada y de interrupción del desarrollo del país.
Es necesario que el Congreso tome control de esta situación irregular, y que adecue la legislación reconociendo la criminalidad de estas prácticas para erradicarlas definitivamente.
1. www.argentina.gob.ar/economia/sechacienda
2. www.bcra.gob.ar
3. www.indec.gob.ar
* Ingeniero. Delta P, especializada en análisis informático de datos
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