Más contención para jóvenes en riesgo

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- La casa municipal para la prevención de la drogadicción, más conocida como «La Casita», comenzó a ampliar su horizonte de actividades con el objetivo de generar nuevas opciones para los adolescentes y jóvenes en riesgo.

Bajo la coordinación de la psicóloga Laura Santoro se lanzó una convocatoria amplia a todas las organizaciones de base y ONG»s que trabajan en la contención y capacitación de jóvenes para articular las distintas actividades y crear un registro de instituciones.

«Estamos tratando de delinear políticas de juventud que hoy no existen, la actividad de La Casita se fue ampliando más allá del límite de la adolescencia y hoy estamos tratando de cubrir una franja etaria que no está contemplada en los planes oficiales» explicó Santoro.

Los programas municipales de contención abarcan a niños y adolescentes en riesgo hasta los 14 años, dejando una amplia franja sin cobertura ni opciones de inserción social.

«Sabemos que el consumo de drogas y alcohol en la adolescencia tiene directa relación con la falta de opciones y en Bariloche hay una importante franja de jóvenes que está inactiva» indicó la psicóloga.

De acuerdo con los datos recabado por la cartera social del municipio un 24 % de la población escolar en la ciudad no asiste a clase ni tiene un trabajo estable.

«Nuestra idea es crear un registro de organizaciones que trabajan con adolescentes y hoy están dispersas, nuclear sus inquietudes y necesidades para articular una forma de trabajo en conjunto y ver qué puede aportar La Casita, además del espacio físico, para el funcionamiento» reseñó Santoro.

La iniciativa se articula con los talleres de la Escuela Municipal de Arte La Llave dirigidos a la misma franja etaria que permitirían integrar una variada gama de actividades artísticas a las opciones que se ofrecerían desde el centro asistencial.

En esta línea de trabajo una de las primeras experiencias es la del taller de «música del altiplano y construcción de instrumentos» que desde hace un año dicta Guillermo Tolaba en las instalaciones de La Casita.

A los fines organizativos del proyecto se lanzó la convocatoria, abierta a todas las organizaciones que trabajan con jóve-nes en situación de riesgo, para que se acerquen a la sede del centro asistencial en Chubut 45, de lunes a viernes, de 8 a 14.

Adolfo Lobos, un emprendedor incansable

Adolfo Lobos preside hace tres años la Asociación de Microemprendimientos Productivos de esta ciudad. Fue uno de sus socios fundadores y es un trabajador incansa-ble en lo que respecta la capacitación y generación de fuentes de trabajo. Sostiene que es «sólo uno más de los 250 trabajadores vinculados a la asociación», la cual hace unos meses exhibe y vende sus productos en el ex local del banco provincial, en Mitre 531. Allí se pueden encontrar productos variados y de buena calidad, ya que todos los trabajos son fiscalizados por una comisión de artesanos.

Lobos sostiene que durante la corta temporada turística trabajaron bien, «lastima que duró sólo unos 20 días», dijo. El local de Mitre reúne a microemprendedores de diferentes rubros, cuenta con una confitería y un salón de exposiciones, donde actualmente se exhiben fotografías.

«Nosotros tenemos cursos de capacitación y actualmente dictamos 25 talleres diferentes, en los cuales le otorgamos 100 becas al municipio», explicó Lobos, de 48 años, casado y padre de un hijo de 11 años.

Inquieto explica que ya están trabajando para incorporar a otros artesanos al grupo. «Próximamente expondrán sus trabajos un grupo de artesanos mapuches y también invitamos a expositores de Viedma y Chile», aseguró. Para ello cuentan con una sala de visitantes, en la cual se expondrán durante unos días los productos de los invitados.

Asimismo organizarán semanas de exposición con las colectividades residentes en esta ciudad, tanto con las latinoamericanas como con las europeas. El comodato con la provincia, por el uso de la sala dura hasta el 30 de setiembre, pero dada la actividad del grupo ya hay indicios de que se va a prolongar. (AB)

Haciéndose el agosto

Los vendedores ambulantes llenaron las calles céntricas de Bariloche aprovechando la gran cantidad de visitantes. En especial se destacan los que ofrecen relojes a los transeúntes. Los jóvenes vendedores provienen de grandes ciudades y ofrecen sus productos, muchos importados, sin ningún tipo de restricciones, lo que genera el reclamo de los comerciantes estables que pagan sus impuestos en esta ciudad.