Más familias buscan subsistir hurgando la basura en Neuquén

Al denominado Central Ambiental de Neuquén (CAN), donde se depositan los residuos domiciliarios, asisten unas 200 personas por día. Buscan metales y cartón para revender. También comida.

Eran las 10 de la mañana y entre las pilas de residuos del Complejo Ambiental de Neuquén (CAN) en una improvisada parrilla se cocinaba un trozo de carne. Un grupo de personas esperaban alrededor. Es parte de un grupo que ronda las 200 personas que cada día hace el cirujeo en el predio para buscar algún elemento que pueda venderse o reutilizarse. Lo hacen para poder subsistir.


Pasan la mayor parte de la jornada en ese sitio y algunos, acompañados de linternas, hasta pasan la noche.


La mayoría llevan más de 10 años revolviendo la basura, pero aseguran que en los últimos dos años el número aumentó. Por su parte desde la concesionaria del servicio, Cliba, sostuvieron que no vieron modificaciones en la cantidad que concurre en el último período.

“Por contrato debemos permitir el ingreso a la gente que realiza cirujeo, establecer los controles y desde la empresa adoptamos medidas adicionales para que no ocurra ningún accidente”.

Vicente Emiliano es gerente de Cliba en Neuquén.


“Acá no hay feriado ni fin de semana”, señaló Esteban que desde hace 20 años se acerca para encontrar algo que sirva entre los desechos. Tiene tres chicos y con una lona armó un refugio donde colocó un colchón en el piso.
En una mirada panorámica se ven ”reparos” hechos con elementos precarios que quienes llegan hasta allí utilizan para protegerse del sol o del viento.


“Desde los ocho años que vengo”, narró Juan. Hoy con 18 cuenta que viene desde la zona de Z1 con un carro tirado a caballos. Desde las 5 de la mañana comienza a buscar elementos que sirvan para vender o alimentarse.


El lugar de concentración es la zona de descargas de los camiones de Cliba.
Las personas contaron que con lo que más sacan algún rédito es con aluminio, cobre y cartón. Calculan que con lo que obtienen de ahí sacan 500 pesos en una semana. En días que hay mucho hierro logran obtener un poco más.


Los que se acercan cada día lo hacen con motos, autos, camionetas o con carros tirados por caballos. Lo común es que las personas que van hagan más de un viaje durante la jornada.


Dentro del mismo complejo y muy cerca de ahí hay otra realidad completamente distinta. Funciona la cooperativa “ Las Emprendedoras” con 30 trabajadoras que operan la planta de separación.

Vicente Emiliano, gerente de Cliba en Neuquén, señaló que “está habilitada la planta de separación, más todos los procesos anexos y contempla la inclusión de la gente que está trabajando en la diferenciación informal de residuos”. Por el momento solo una pequeña parte que hacía el cirujeo decidió sumarse a la planta.

En números

12.000
toneladas de residuos de la capital ingresan al CAN. Recibe también de Centenario y Plottier que suman otras 1.500 toneladas mensuales.


“Por contrato debemos permitir el ingreso a la gente que realiza cirujeo, establecer los controles y desde la empresa adoptamos medidas adicionales para que no ocurra ningún accidente”, explicó Emiliano.

Al sitio donde se hace el cirujeo se puede acceder por un camino de tierra y con vehículos. Esta abierto en uno de sus lados pero al llegar al sitio hay restricciones para tomar imágenes y para hablar con las personas.


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