Mezcla de sensaciones en Ciudad Guzmán
CIUDAD GUZMÁN (Verónica Roig, Especial).- En esta localidad las cosas no han cambiado demasiado. El movimiento es el habitual, el sol abrasador y la sensación, al menos para el extranjero, es que las piernas fallan, que el cuerpo pesa. Ciudad Guzmán no se convulsionó ni mucho menos por los Juegos Panamericanos y en realidad los lugareños –unos cien mil- aguardan con ansias la gran feria que se viene, de carácter religioso y con visitas desde diferentes puntos de México y los Estados Unidos. Ubicada a unos 140 kilómetros de Guadalajara, donde el deporte vibra día y noche, Ciudad Guzmán alberga el remo y el canotaje. Allí, en las transparentes aguas de la laguna Zapotlán el Grande, la delegación de remeros criollos dominó en el medallero. Fue una jornada con mezcla de sensaciones la de ayer. Nicolai Fernández bajó del bote con una sonrisa que le cruzaba la cara. Joaquín Iwan, otro de los barilochenses, mostró ojos acuosos y un pesar que no coincidía con el bronce que un rato más tarde colgaba de su cuello. Sucede que los integrantes argentinos en el 8 remos largos con timonel tenían la expectativa de sumar la sexta medalla dorada y el objetivo de quedar cerca de la hazaña de Winnipeg. Por eso hubo algunas lágrimas. Por eso sus familiares y amigos, envueltos en una bandera gigante, les hicieron saber que estaban orgullosos por sus trabajos.
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