Parques agrestes: dejar de darle la espalda al río
Fueron creados a la vera del Neuquén, zonas inalcanzables durante décadas. Invitan a olvidarse que uno está inmerso en una ciudad de asfalto y ruido.
Los parques agrestes sobre la costa del río Neuquén son espacios verdes y frondosos donde las personas que lo visitan olvidan por unas horas que se encuentran en una ciudad de miles de habitantes, con shopping, edificios, mucho pavimento y bardas de un clima desértico que remite constantemente al ladrillo.
Se organizaron internamente como visita al público después de la década de sequía en zonas ribereñas que forman parte de la cota de inundación del río Neuquén y este 2023 por primera vez desde que se abrieron a las y los visitantes hace dos años, debió ser clausurado porque los senderos quedaron bajo agua cuando el caudal superó los 500 metros cúbicos por segundo.
En el ingreso al Parque Agreste, una garza blanca saludó esquiva al fotógrafo de “Río Negro” durante una recorrida en busca de una imagen para esta nota, porque el sector es rico en avifauna y en especies que anidan en el río, como el pato criollo, garzas blancas y aunque más rara, también se ve la garza mora, además de los cisnes.
A lo largo de 4 kilómetros de senderos en una zona de más de 20 hectáreas en la costa del río Neuquén, la señalización indica al que pasea los caminos entre algunos macizos de olivillos, fresnos, eucaliptus y sauces añosos.
El primer Parque Agreste se abrió al público en plena pandemia, en diciembre de 2020 como una de las alternativas de salidas recreativas al aire libre y en la segunda quincena de enero 2021, se habilitaron las visitas guiadas por el lugar.
Los recorridos con las y los guías, son gratuitos, previa inscripción en la página de Turismo de la comuna o en las sedes de la cartera tanto en el centro como en avenida Olascoaga y Democracia, en las inmediaciones de la zona balnearia.
El ingreso al Paseo Agreste Río Neuquén es interno por los barrios Rincón del Río, Rincón de Emilio, por calle Mar Caspio, y en inmediaciones del tercer puente sobre el Neuquén.
Ya en el interior hay senderos, bicisendas y zonas de descanso de las caminatas, con mobiliario urbano e iluminación. No se puede acceder con vehículos o motos, por lo que se diseñó un estacionamiento en el ingreso del lugar. Forma parte de las áreas naturales protegidas de la ciudad. No se puede hacer fuego ni arrojar basura.
El otro paseo agreste sobre el Neuquén, se encuentra río abajo, en la zona del Rincón Club de Campo. Este paseo agreste se abrió en agosto del año pasado, en unas 5 hectáreas de recorridos internos. Se limpió una zona de inundación, se abrieron senderos a través del bosquecillo ribereño y se instaló mobiliario costero para la contemplación del cauce madre del Neuquén.
En lo que se denominó paseo Agreste Sur, se instaló una pasarela interna por un humedal en forma de laguna, Estos senderos se encuentran entre el río Neuquén y el Paseo Costero a la altura del barrio privado. Estos paseos llegaron para convertir a una ciudad que siempre le dio la espalda al río, uno de sus principales potenciales.
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