Murió Copito, un gorila distinto de todos
Era el único gorila
BARCELONA (DPA).- Copito de Nieve, el único gorila albino conocido, murió ayer a causa de un cáncer de piel en el zoológico de Barcelona, informó el Ayuntamiento de la ciudad española. Después de que su estado de salud hubiese empeorado en los últimos días, los responsables del zoológico decidieron no exponerlo al público desde el miércoles pasado. Había perdido más de diez kilos y la herida causada por un tumor bajo la axila se había agrandado. Apenas se relacionaba con el resto de gorilas.
El cuerpo del gorila fue trasladado al departamento de Veterinaria del zoológico, donde se le practicó una necropsia. Copito de Nieve, que llegó a ser portada de la revista «National Geographic», tenía 40 años, medía 163 centímetros y pesaba 180 kilos. Sus ojos eran azules y su piel, rosada. A lo largo de su vida había tenido 21 hijos, de los que actualmente sólo viven cinco, con tres compañeras.
Hace unas semanas, el zoológico de Barcelona hizo pública la enfermedad terminal del gorila albino. Desde entonces, la afluencia de público para verlo se incrementó notablemente. Grupos ecologistas y defensores de los derechos de los animales acusaron a la dirección del zoo de tratar de sacar beneficios económicos con el «morbo» de la inminente muerte de Copito de Nieve.
Un equipo de especialistas médicos de prestigio de centros sanitarios como el Hospital de la Vall d'Hebrón, el Instituto Guttmann y el Instituto Barraquer, se encargó de forma altruista de cuidar la salud del gorila en los últimos años. Durante su cautiverio, Copito de Nieve no tuvo problemas graves de salud hasta que se le detectó el cáncer. En septiembre de 2001 le operaron para extirparle una llaga provocada por un tumor en la piel de su pecho. Posteriormente lo intervinieron otras dos veces. Pero el tumor se le reprodujo y para no hacerle sufrir se decidió no volver a operarlo.
Copito de Nieve, que en un principio recibió el nombre de Nfumu Ngi, en la lengua guineana fang, fue encontrado el 1 de octubre de 1966 agarrado entre los brazos de su madre muerta después de que un grupo de guineanos decidiesen abatir a un grupo de gorilas porque se comía los frutos de su plantación. El gorila no llegaba entonces a los tres años. Los captores lo vendieron cuatro días después al etólogo Jordi Sabater Pi, director de un centro de experimentación zoológica que dependía del zoo de Barcelona, por unas 15.000 pesetas. Copito de Nieve llegó finalmente a la capital catalana el 1 de noviembre de 1966, despertando gran expectación tanto entre el público como entre los científicos y convirtiéndose en uno de los símbolos de Barcelona.
Todos los intentos de obtener de él otro gorila albino fracasaron. El albinismo en gorilas es, como en el caso de los humanos, una carencia de melanina, el pigmento responsable del color negro del pelo. Aunque todavía no se ha decidido qué se hará con el cuerpo del animal, Sabater Pi se mostró partidario de disecarlo para exponerlo en una sala especial del zoológico barcelonés.
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