Nación aseguró fondos para la PIAP

NEUQUEN (AN).- La inclusión en el presupuesto 2002 de los fondos para mantener en operaciones la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), informado ayer por la empresa, garantiza la continuidad de sus actividades y la posibilidad de poner en marcha un interesante plan de producción. Se trata de los 13 millones de pesos anuales que Nación se comprometió destinar a ENSI, luego del acuerdo que la provincia firmó en diciembre pasado con la petrolera Repsol YPF, por la prórroga de la explotación de Loma La Lata.

La confirmación del envío de las partidas fue resultado de las gestiones que en la semanas últimas realizó el gobernador Jorge Sobisch en Buenos Aires, de las que también participó su presidente, Héctor Apesteguía.

El personal de la empresa se movilizó -nucleado por ATE- desde las primeras versiones sobre la desfinanciación presupuestaria y reclamó que la Nación asegure los fondos. Gremialistas y obreros participaron en las gestiones de la Comisión en Defensa de la PIAP, que integran también legisladores provinciales y nacionales,gobierno y la empresa.

La seguridad de contar con los 13 millones de pesos por año hasta el 2003 amplía el horizonte de la empresa en el desarrollo de planes de producción y comercialización.

Sobre esa base, los directivos tramitarán un crédito por 26 millones de pesos ante el Banco Nación. Con esos fondos se comenzaría un plan de producción de 200 toneladas agua pesada, para ser destinados tanto a la central de Atucha II -cuya construcción está actualmente detenida-, como a abastecer la demanda del reactor que el Invap instala en Australia y para ofertarlos en el mercado internacional. Eso significará un «puente» para empalmar con nuevos negocios, informó Apesteguía.

Si bien la demanda mundial está deprimida, los técnicos apuestan a una reactivación en la medida que algunos países están desarrollando centrales atómicas y, consecuentemente, necesitarán este producto.

Entre los países que llevan a cabo a nuevos emprendimiento nucleares, aplicando la tecnología que requiere el agua pesada como elemento indispensable, figuran Canadá -con la construcción de una central en el norte México, pensada para satisfacer la demanda de energía de Estados Unidos- y China.