“Ni venganza ni odio”

Durante las audiencias del megajuicio ESMA IIII <b>rionegro</b>.com.ar entrevistó a “Tati” Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “He llorado y lloro, he sufrido y sufro...¡Estoy curtida en el dolor, pero no en el odio!”, dijo.

DERECHOS HUMANOS

Tiene 82 años. Una cara surcada en que el tiempo deja huellas pero no la vence. Ojos vivaces. Gestualidad cristalina. Directa. Descarnada.

Hace más de 30 años la crueldad hizo blanco en “Tati” Almeida vía la violencia política. Un hijo desaparecido. Luego, a partir del `77, Madre de Plaza de Mayo, hoy militando en la Línea Fundadora.

– Siempre estamos…sí, sí, siempre digo que nos parecemos al Ave Fénix…parece que no estamos más pero estamos – le dice a este diario en la escalinata de los tribunales de cómodoro Py.

– ¿A lo largo de toda esta historia de lucha que significó esperar justicia?

– Tener fe en que llegaría el momento de la justicia….no fue fácil porque durante años la justicia fue para nosotras, una vela muy endeble…una llamita muy débil…Pero también era la fe, el convencimiento que tanto crimen, tanto horror no podía quedar impune…

– Hace muchos años, en Neuquen, usted me señaló que jamás se había permitido odiar a los represores ¿Debo seguir creyéndole?

– Sí, sí. He llorado y lloro, he sufrido y sufro…¡Estoy curtida en el dolor, pero no en el odio! Ellos, los represores, se movieron desde el odio…asesinaron, torturaron, violaron, robaron siempre alentados desde el odio a lo distinto, a aquellos que representaban una diferencia abismal con ellos en el campo de las ideas, de ver la vida, de pesanrla…Ellos odiaron, no nuestros hijos, nosotras….Ni venganza ni odio, simplemente justicia.

¿Qué fue esperar justicia?

– ¡Tantas cosas!…¡Tantas, tantas cosas!…¡No se imagina!…

– Ayúdeme a hacerlo

– Fue, por ejemplo, nunca bajar los brazos, nunca dejar de luchar, de reclamar…y hacerlo en tiempos muy distintos…bajo presiones, con la dictadura, amenazas…fue también sobrellevar desazones…

– ¿Por ejemplo?

– Con Raúl Alfonsín, por ejemplo…después de tanta dignidad, de tanta valentía al juzgar a las juntas…bueno, todo el derrumbe que significaron para toda esa lucha las leyes de obediencia debida y punto final…

– ¿Había poder para seguir juzgando?

– Sí. La sociedad respaldaba…sí, sí. ¡Y los indultos de Menem!…

– ¿Qué los define?

– La impunidad en el manejo del poder…¡Eso fue Menem!

– ¿Por momentos piensa su vida con independencia de estos más de 30 años de lucha?

– Creo que no podría…un día la historia me sacudió muy fuerte y de ahí en más, con desgarros, dolor, angustia…a luchar a favor de la vida, por la justicia, como ahora con la Esma. Y algo más, que siempre los decimos pero bueno, hay que seguir machacando: No justicia por mano propia…¡Ni aún en los momentos de mayor angustia, de incertidumbres sobre el destino de nuestra lucha, la madres, las abuelas no dejamos llevar por la idea de venganza por mano propia contra los asesinos de miles de argentinos!…¡Jamás!…¡Es algo, no!….

Por Carlos Torrengo


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