Obama contra las cuerdas por casos de espionaje
El presidente de EE.UU. reflotó una ley que protege las fuentes periodísticas y echó a funcionario impositivo, tras denuncias de escuchas ilegales a la agencia AP y a grupos conservadores.
AP
WASHINGTON (DPA/AFP).- El escándalo por el espionaje a la agencia de noticias AP y el del Servicio de Recaudación Interna (IRS) contra grupos conservadores están poniendo cada vez más contra las cuerdas al presidente estadounidense, Barack Obama .
Obama intentó ayer revivir una ley para proteger más a periodistas que se niegan a revelar sus fuentes, en el marco de la creciente presión que sufre por la serie de escándalos, entre ellos la investigación secreta de los registros telefónicos de la agencia de noticias AP.
Según confirmó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, el equipo de Obama se puso en contacto con el senador demócrata Chuck Schumer para que éste presente de nuevo la Ley de Libre Flujo de Información.
Esta normativa, que fue negociada en el 2009 pero que no acabó de superar todo el proceso legislativo, protegería a los periodistas de ser obligados a testificar sobre sus fuentes confidenciales salvo que se hayan agotado todas las otras vías y con la excepción también de que la información sea de interés para la “seguridad nacional”.
En un duro editorial , el diario “The New York Times” afirma ó ayer que el gobierno de Obama “ha fracasado a la hora de ofrecer una justificación creíble” del espionaje durante dos meses de los registros telefónicos de periodistas y editores de la agencia de noticias estadounidense.
Las protestas de organizaciones de prensa nacionales y extranjeras, así como de políticos tanto opositores como del mismo Partido Demócrata de Obama, no han cejado desde que se conoció el escándalo.
El secretario de Justicia, Eric Holder, está en la mira de todos y debió presentarse ayer en el Congreso. Allí justificó esa intercepción de las comunicaciones en una “operación de la CIA en Yemen, que impidió en la primavera del 2012 un complot de Al Qaida que se proponía hacer explotar una bomba en un avión” en Estados Unidos. Y que la medida “salvó vidas de estadounidnenses en peligro”.
El fiscal general también debió explicar al Congreso el caso del IRS, otro que promete hacer sudar al responsable de Justicia de Obama. “Preocupan los reportes de que el IRS realizó escrutinios injustificados de grupos conservadores durante un año electoral”, adelantó el presidente del Comité Judicial, el congresista republicano Bob Goodlatte.
Tras revisar un informe independiente sobre las acusaciones que pesan contra el IRS, el propio Obama calificó de “intolerable e inexcusable” la actuación de la oficina recaudadora de impuestos y prometió tomar medidas duras contra los responsables. A las críticas se unió ayer también el máximo republicano en el Capitolio, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien reclamó respuestas de la Casa Blanca y “quién va a ir a la cárcel” sobre todo por el caso del IRS. “El IRS ha admitido que presiguió a los conservadores. Mi pregunta no es quién va a dimitir, mi pregunta es: ¿quién va a ir a la cárcel por este escándalo?”, se preguntó.
El diario “The Washington Post” subrayó ayer que aunque la Casa Blanca se ha tratado de distanciar el escándalo de AP como del IRS, “ambos son ahora problemas del presidente y ambos reflejan dudas sobre el gobierno ”.
El presidente debió salir personalmente a intervenir en dos casos que comprometen seriamente la imagen de su gobierno.
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