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Camisetas rosas y mundiales femeninos
Que hoy todas estas situaciones sean vistas con naturalidad y que la película más taquillera del momento sea “Barbie”, habla a las claras de la saludable deconstrucción que afortunadamente se ha atravesado.
Hace cincuenta años atrás pensar que un niño podía pedir una camiseta rosa de fútbol en su día, era casi un sacrilegio. Con mucha fortuna, alcanzaba para la casaca de algodón, del club de los amores.
Para los varones autitos Matchbox o Duravit, para las nenas muñecotas Rayito de Sol al estilo de Carolina “que canta y que camina”.
La única simpatía por algún personaje de color rosado, admitida por aquellos tiempos para un niño, fue el de una curiosa pantera que vino a desafiar los cánones establecidos para los dibujos animados, en el revolucionario horario de las 20 hs.
El primer rapto de audacia que se recuerda al respecto, fue el del legendario Hugo Orlando Gatti, quien, con una polera al tono con la publicidad del Banco Federal Argentino, vincha y unas bermudas ajustadas, montaba su propio show en cada partido de Boca. No en vano lo apodaron: el Loco.
Pensar en una década de democracia seguida era una quimera y tener un teléfono móvil en el que pudiera verse al interlocutor de turno, una película de ciencia ficción.
No es que los colores uno podía verlos por TV, ya que esta era en blanco y negro. Para tener una vista policromática había que ir a la cancha o comprar el Gráfico o la Goles que salían los martes, y por ello, según el jingle “era el día del deporte”.
Por eso observar que las camisetas del Inter de Miami, gracias a Lionel Messi, hayan adquirido semejante nivel de aprobación en general y en los niños en particular, es un cambio cultural que se agradece.
Una evolución que nos aparta de mandatos retrógrados. Basados en prejuicios, como el de que el fútbol no es para mujeres.
Pues bien, al unísono, acaba de terminar el noveno Mundial de Australia- Nueva Zelanda, en que España se coronó por primera vez campeón, al vencer en la final a Inglaterra por 1-0 con gol de su capitana Olga Carmona.
Un torneo jugado a gran nivel por la selección ibérica integrada mayormente por jugadoras del Barcelona FC y que en el partido decisivo fue seguido desde el palco, por la reina Letizia.
Por su parte el conjunto inglés, que disputó la final paradójicamente con camisetas celestes, es dirigido por Sarina Wiegman, entrenadora que suena como candidata para reemplazar a Gareth Southgate al frente de la selección masculina.
Con este título España ha conseguido los tres cetros mundiales Sub 17, Sub 20 y Mayores. Un premio al constante apoyo brindado durante décadas a la rama femenina del deporte, en tiempos donde, en algunos equipos, se ha logrado una equiparación salarial entre hombres y mujeres.
Que hoy todas estas situaciones sean vistas con naturalidad y que la película más taquillera del momento sea “Barbie”, habla a las claras de la saludable deconstrucción que afortunadamente se ha atravesado.
Un cambio que ha sabido comprender que los colores son inocentes, que no tienen ideología, ni prejuicios propios de la estupidez humana.
Una metamorfosis que conviene tener presente, ya que no siempre en estas cuestiones que hacen a la libertad de los seres humanos, la vida fue color de rosa.
*Abogado. Prof. Nac. De Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
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