Enclave extranjero en la provincia

Martín Belvis

Prosecretario de Redacción. Nació en 1967 en Buenos Aires y comenzó en el periodismo a los 21 años. Durante 10 años cubrió noticias políticas de la provincia de Neuquén y más tarde fue el primer editor del suplemento de Energía del diario Río Negro, de cuya agencia Cipolletti fue jefe entre 2009 y 2013. Vivió una década en Bariloche, donde se desempeñó como jefe de su agencia. En Diario RÍO NEGRO desde 1991.

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Un avión de la Fuerza Aérea de Emiratos Árabes fue retenido esta semana en el aeropuerto de Bariloche por problemas aduaneros de alcance desconocido.


Parece una anacronía: dicen que el entonces presidente Arturo Illia echó de su despacho al banquero David Rockefeller porque el magnate, símbolo de esa etapa del capitalismo estadounidense, le pedía leyes a medida para radicar en Argentina su Chase Manhattan Bank. El proceso de globalización de los 90 se encargó de licuar en sociedades anónimas el protagonismo de los multimillonarios hasta la aparición de los nuevos dueños, algunos de los cuales tienen desde hace años intereses muy fuertes, presentes y territoriales, en suelo rionegrino.

La antropóloga argentina Rita Segato acuñó la idea de la “dueñidad”. Dice: “Hoy el mundo es un mundo de dueños. Es un mundo que si hablamos de desigualdad nos quedamos cortos”. Y aporta el dato de que “ocho personas en el mundo poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de toda la humanidad”. Esta concentración de la riqueza les da “un poder de compra tan grande que producen necesariamente la falencia de las instituciones”.

Parece una descripción de lo que está ocurriendo en el sudoeste de Río Negro desde hace tres décadas. No es casualidad que en ese lugar de la provincia, hacia el sur de la frontera del parque nacional Nahuel Huapi, se desarrolle un plan de venta de la tierra tan intensivo, siempre con los mismos intermediarios, sean cual fueren los orígenes del dinero, y con destino final multimillonarios extranjeros.

Belgas, británicos, emiratíes y qataríes aparecen por ahora en una lista que parece acotada pero expuesta sobre un mapa tiene una extensión enorme.

La causa por la compra irregular de la estancia Lago Escondido, que no podría pertenecer a un extranjero porque es zona de frontera, fue declarada prescripta por el simple paso del tiempo, pero una apelación descansa en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, ya se sabe, se toma su tiempo: hace cuatro meses que el expediente no tiene movimiento y los que tuvo fueron giros entre los integrantes del tribunal.

Nombres como Federico y Tomás Bertger, Nicolás van Ditmar, Damián y Marcos Mindlin, Ana María Trianes, José Martínez Pérez aparecen en las operaciones que tienen siempre como poseedor final a una compañía de capitales extranjeros.


Se hizo visible una realidad que avanza en el sudoeste de la provincia, con la compra de tierras de parte de capitales extranjeros, ya sea británicos o del mundo árabe.


Pero los dueños también tienen nombres y apellidos, algunos más fáciles para la grafía occidental, como Lewis, y otros cuya pronunciación se complica, como el qatarí Abdulhadi Mana A Sh Al-Haj o el emiratí Matar Suhail al Yabhuni Al Dhaheri

El aterrizaje, el lunes pasado, de un avión de gran envergadura de la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos en el aeropuerto de Bariloche, no habría pasado de un dato de color si no fuera porque la Aduana impidió que la carga pisara suelo argentino. ¿Qué había en la enorme bóveda del avión? Río Negro pudo averiguar que partes de una estación satelital, pero nadie lo dijo oficialmente y mucho menos dio detalles sobre los motivos que tiene la familia real de un emirato para instalar ese tipo de equipos en territorio provincial.

En Lago Escondido funciona además un helipuerto privado con servicio activo y con capacidad para realizar viajes de largo alcance.

“No tomamos contacto para nada, son las autoridades nacionales en sus distintas fuerzas, en sus distintas jurisdicciones, las que evalúan cuál es la situación. Son todas autorizaciones nacionales, son todos permisos que no pasan hoy por la provincia”, dijo el viernes la gobernadora en Bariloche y se desentendió del tema. Las enormes extensiones de tierras sobre las que avanzan estos dueños están a un puñado de kilómetros de la casa de la gobernadora en Bariloche, donde pasó toda esta semana. Aunque sólo fuera por la curiosidad de lo que se esconde entre valles, arroyos y ríos en las nacientes de la cuenca del Manso, Carreras no puede permanecer ajena, pero como gobernadora tiene la obligación de saberlo.

Su poder como gobernadora se va licuando cada vez más, a medida que se acercan las elecciones, pero le resta un largo año antes de dejar el despacho de la Casa de Gobierno.


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