La criatura política de Rolando Figueroa

La Neuquinidad quedó integrada por ocho partidos, aunque no en igualdad de condiciones. El “dueño” del sello será Comunidad de Julieta Corroza. El gobernador no tenía interés de sumar al MPN a su frente político en un momento en el que está devaluado y, vale recordar, atravesado por la marca azul.

Las elecciones legislativas del 26 de octubre tienen un primer competidor confirmado en Neuquén: la alianza La Neuquinidad firmó ayer su nacimiento y será el vehículo del gobernador Rolando Figueroa para intentar ganar bancas de diputados y senadores que lo representen en el Congreso.

El espacio finalmente quedó integrado por ocho partidos, aunque no en igualdad de condiciones. El “dueño” del sello será Comunidad, el único que podrá seguir usando la denominación, sus símbolos y emblemas en el futuro, según se dejó constancia en el acta constitutiva que los dirigentes firmaron en Plottier.

Se trata del partido de la ministra Julieta Corroza y que tiene de apoderada a Camila Figueroa, la hija del gobernador, quien también quedó a cargo de La Neuquinidad junto al diputado Federico Méndez, otrora armador de Desarrollo Ciudadano, el partido de Gloria Ruiz que, por supuesto, ya no forma parte del frente.

El paso siguiente será la convocatoria a una interna cerrada para formalizar los candidatos que elija el gobernador. Ya anticipó que deben ser personas que “recorran la provincia” y conozcan los problemas y necesidades de la población.

Figueroa integró esta semana el lote de los primeros 12 gobernadores que acordaron con el gobierno nacional para adherir al programa de desregulación que busca fomentar el uso de los “dólares del colchón”. Se entusiasmó también con que este sea un primer paso para empezar a discutir una nueva ley de coparticipación “después de las elecciones” de la que espera obtener una mejor tajada para Neuquén.

Alentar ese supuesto debate es también para el gobierno una forma de convencer sobre la importancia de tener representantes “que defiendan Neuquén” y no los mandatos de partidos nacionales en el próximo Congreso.

“Hoy Neuquén recibe 1,7% de la coparticipación y producimos más de 4% del PBI. Estamos siendo sumamente castigados”, afirmó Figueroa el viernes en un acto que tuvo bastante de este condimento electoral.

El dato es cierto, como publica Diario RÍO NEGRO hoy: la provincia ya es la quinta economía del país y las previsiones de producción en Vaca Muerta para la próxima década la ubican con posibilidades de igualar o superar a otras del centro como Córdoba y Santa Fe.

Neuquén es también una de las jurisdicciones argentinas con mayor PBI per cápita, aunque aquella diatriba de Felipe Sapag por la deuda de Nación con la provincia y lo de “vivir pobres en una tierra rica” parece seguir teniendo vigencia.

Hablando de eso, el Movimiento Popular Neuquino cumplió esta semana 64 años desde su fundación y lo hizo sin ningún festejo institucional más que el que organizaron algunas de las seccionales. Las expresiones de los dirigentes que recordaron la efeméride fueron evocativas del pasado: el partido que construyó la provincia, el que hizo rutas, escuelas y hospitales.

El MPN está frente al riesgo de convertirse en una pieza de museo, que es lo opuesto a lo que deben ofrecer los proyectos políticos vivos, que es una idea de futuro posible.

Del presidente Omar Gutiérrez no se hizo público ningún saludo, mucho menos la estrategia que le dará al partido para las elecciones legislativas de octubre.

Todo indica que, como no integrará la alianza de Figueroa que se formalizó el sábado, directamente no se presentará. El gobernador no tenía interés de sumar al sello a su frente político en un momento en el que está devaluado, con sus autoridades cuestionadas y, vale recordar, atravesado aún por la marca azul.

Distinta será la cosa si el año que viene, cuando el partido vaya a internas para elegir nueva conducción, aparece un MPN “renovado” (o neuquinizado, que será más o menos parecido).