La “gran y hermosa” Ley de Trump y el dólar de Milei
Premios Nobel y especialistas ponen reparos a la reserva estratégica de Bitcoin y otras criptomonedas de Trump. El peligro de emular lo volátil e inseguro.

En contextos de falta de dólares. 1. Los Estados y sus monedas. Celebrando el 4 de julio el Presidente de los EE.UU puso en vigencia su “gran y hermosa Ley” sancionada por el Congreso. Ya en marzo pasado, mientras Milei estaba en plena crisis ocultando su episodio $Libra designando jueces supremos en comisión, Donald Trump dictaba dos decretos que pasaron desapercibidos en nuestro ámbito.
El primer decreto estableció la “Reserva Estratégica de Bitcoin” y su complementario una “Reserva Estratégica” de otras criptomonedas. En ese acto, EE.UU se convirtió en el mayor poseedor estatal de Bitcoin con una reserva de 200.000 BTC. Con la nueva “hermosa legislación” esos decretos se hicieron Ley federal.
Dentro de las múltiples áreas de regulación de la Ley de Trump- parecida a nuestra “Ley Bases”- contiene deducciones impositivas y aumentos de partidas para agencias migratorias (ICE) hoy en el centro de la escena, mientras reduce coberturas de salud y alimentación básica. Hasta en el podcast “Frenos y contrapesos” de The Economist se habló de “normalizar la legislación de emergencia”.
Las criptomonedas fueron parte de la estrategia inicial de Trump. En el día de asunción, tanto él como posteriormente su esposa, Melania, sacaban al mercado memecoins personales que le darían ganancias extraordinarias.
No hay sustantiva reflexión sobre los marcos constitucionales, políticos ni legislativos de una transición entre monedas con respaldo estatal a las nuevas monedas no-estatales. Hace ya años tanto las corporaciones tecnológicas como financieras, dueñas de las redes sociales que habitamos, tienen proyectos en cartera para presentar sus monedas para la realidad aumentada y realidad virtual. Todo parece acelerarse en la crisis de la hegemonía global del dólar, la rivalidad con China y la inestable sociedad entre la Casa Blanca y los magnates tecnológicos.
En Argentina una plataforma digital silenciosamente ganó una batalla cultural alimentándose de los traumas que el sistema financiero generó en el último medio siglo. Así como Milei capitalizó varios traumas que el sistema político no escuchó, hay un emprendedor del mercado libre qué usufructúa cicatrices del sistema bancario en la memoria de los ahorristas Argentinos.
Las heridas y la desidia de un Estado regulador que nunca piensa estratégicamente ni ante su frontal desarme. No debería extrañar que haya acciones por venir además de sintonía entre ambos actores.
2. Las resistencias a Bitcoin. Las críticas preceden a la aparente estrategia de Trump. Históricamente, tanto Warren Buffet, Ray Dalio como Bill Gates han puesto reparos a Bitcoin. Una lista de premios Nobel de Economía han criticado su inestabilidad, inseguridad y el potencial colapso de su valor. Esa extensa lista incluye a Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Richard Thaler, entre otros.
La revista de Chicago Booth Review el pasado 30 de enero citó al Premio Nobel Eugene F. Fama, llamado “el padre de las finanzas modernas”, cuando dijo: “en los próximos 10 años el valor de Bitcoin va a caer a cero”.
Como ya hemos afirmado, lo religioso en lo tecnológico es una de las fuerzas detrás de los nuevos populismos de derecha. Las nuevas derechas son reacciones modernizantes. El regreso de valores tradicionales se da con un impulso transformador en ciertas áreas de la vida cotidiana.
Tanto el trumpismo y en alguna medida el mileísmo ofrecen sus propias versiones de fantasías políticas en las que la sociedad participa. Son retrofuturistas, en algunos aspectos una reacción pero en otros un relato de futuro. Lo que la oposición no tiene es una narrativa alternativa, incluso fantasiosa como la oficialista. La oposición tiene un discurso anacrónico con las mismas viejas caras de la derrota.
Es verdad que, después del escándalo $Libra y la lista de denuncias que duermen en Comodoro Py, sería osado replicar localmente la iniciativa de Trump. Sin embargo, tanto la amnesia colectiva como el clima de victoria electoral le devuelve al Gobierno la iniciativa. Sin osadía ni escándalos, incentivados para clics, Milei no sería Presidente.
*Abogado y profesor de derecho constitucional.

En contextos de falta de dólares. 1. Los Estados y sus monedas. Celebrando el 4 de julio el Presidente de los EE.UU puso en vigencia su “gran y hermosa Ley” sancionada por el Congreso. Ya en marzo pasado, mientras Milei estaba en plena crisis ocultando su episodio $Libra designando jueces supremos en comisión, Donald Trump dictaba dos decretos que pasaron desapercibidos en nuestro ámbito.
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