Licencias, paros y un tuit fresco de Weretilneck puesto a prueba
Río Negro llega otra vez bajo presión e incertidumbre al inicio del ciclo lectivo. Hay riesgo de doble fracaso: menos días de clase planificados, sin evitar la protesta docente.
Es entretenida la disputa entre la Unter y el Gobierno, para definir quién demoró más el desarrollo de las paritarias, pero poco importará el resultado de esa contienda si el ciclo lectivo 2024 empieza con paros.
El 11 de marzo aparece lejos de las fechas definidas por la mayoría de los distritos del país para regresar a las aulas. Río Negro será la segunda provincia con menos días de clases planificados para sus alumnos (182) y hay riesgo de un doble fracaso: inicio tardío y sin acuerdo salarial.
La hoja de ruta de la negociación marca un Congreso extraordinario del gremio docente recién para fines de esta próxima semana. Si la respuesta ante la oferta de un nuevo bono para marzo es negativa, el Ejecutivo quedará encorsetado por el calendario. Recién el lunes 4 podría convocar a una nueva paritaria y, de nuevo, los paquidérmicos movimientos institucionales de la Unter dejarían la decisión clave muy cerca del fin de semana previo a la fecha oficial de apertura de las escuelas.
Una vez más, miles de rionegrinos sometidos a la incertidumbre, improvisando logísticas familiares, con afectaciones millonarias por días de trabajo perdidos o menguados entre padres y madres, un costo contundente, pero que todos los actores del sistema educativo prefieren mantener invisibilizado.
Ahora bien, sí pueden contabilizarse otros efectos de esta crónica incapacidad o voluntad para llegar sin tensiones al inicio del ciclo lectivo.
Los números aparecen los registros de la Dirección de Educación Privada de la provincia. De allí surge que el 25% de la población estudiantil de Río Negro asiste a colegios públicos de gestión privada, algunos con subvenciones del Estado y otros con todos los gastos a cargo de la institución.
Esa misma cifra era del 23% hace cinco años. Es decir, que en medio de la crisis económica más fuerte que atravesó el país en los últimos 20 años, con niveles de inflación que corroen el poder real de los salarios, en Río Negro se mantienen y hasta crecen sensiblemente las matrículas de las escuelas aranceladas.
No hay dudas sobre el efecto de esa baja cantidad de días de clases planificados, que se debilita mucho más con las medidas de fuerza.
El gobernador promete poner en caja el ausentismo estatal. La Unter mira desde lejos, respaldada por la historia reciente. ¿La unidad contra Milei todo lo puede?
Y sumado a ese complejo escenario, el gobernador Alberto Weretilneck abordó esta semana un tema central para todo el Estado, pero que afecta particularmente al desarrollo del sistema educativo: el ausentismo.
“Cuando es en Salud, se paga con horas extras. Cuando es en la Policía, lamentablemente se paga con delitos. Y cuando es en la educación, se paga con suplencias. Una manera indirecta de bajar el gasto sin afectar a las personas es que haya mayor control del ausentismo”, planteó el mandatario ante Diario RÍO NEGRO sobre el fin de semana.
Y aportó información: la Secretaría de Función Pública ya avanzó en un acuerdo con todas las juntas médicas, para implementar en principio el control dentro de la Policía, con un sistema tercerizado para el seguimiento de la situación de personas que faltan de forma recurrente.
La Unter mira desde lejos los cambios y se aferra a la idea de que el Gobierno siempre usa la amenaza de revisar el Régimen de Licencias cuando la discusión salarial ingresa a terreno pantanoso.
La historia reciente avala esa postura sindical. Pero los vientos rotan y nunca es bueno confiarse.
Una prueba de la rigidez del Gobierno podrá verse con el paro de mañana, en el que Unter y ATE se plegarán a los planes de lucha nacionales.
Todavía está fresca la letra de aquel tuit del 5 de octubre pasado, en el que Weretilneck -enojado por una huelga en los hospitales- aseguró que “a partir del 10 de diciembre, quien no garantice los derechos a los ciudadanos y no preste el servicio público, recibirá el descuento correspondiente”.
Pronto se sabrá si la coyuntura política -donde gobernador y gremios aparecen del mismo lado, frente al presidente Milei- puede más que una promesa pública.
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