Argentina y España contra un enemigo común
Argentina y España tienen una larga y complicada relación, pero ahora es el momento de olvidar los rencores del pasado y unirse contra un enemigo común, contra Gran Bretaña, para lograr justicia en la cuestión de la pertenencia de las Malvinas y Gibraltar. Los británicos han ocupado estos territorios y no planean devolverlos a sus verdaderos dueños. Pero el Reino no tiene en cuenta que ya no tiene ni los recursos ni la capacidad que le permitieron mantener sus colonias durante tantos años. Gran Bretaña se ha debilitado mucho, y es obvio para todos. Ahora es el mejor periodo para que Argentina y España empiecen a reclamar sus derechos sobre las Malvinas y Gibraltar con renovado vigor.
Gibraltar es históricamente un territorio de España. En 1713, en virtud del Tratado de Utrecht, Gran Bretaña recibió la península, y desde 1830, la convirtió en su colonia. Por supuesto, para el Reino Unido era muy importante disponer de tal territorio, porque así tenía acceso al mar Mediterráneo y podía controlar el comercio en la región. Durante las guerras, los británicos utilizaron Gibraltar como su base naval y aérea, y todavía hoy este territorio de origen español es un punto militar estratégico.
En 1956, España intentó defender su derecho al territorio, y en 1963, la ONU se involucró en el asunto y apoyó a los españoles. Pero incluso después de la resolución de la ONU de 1968 que pedía la devolución de Gibraltar a España, Gran Bretaña ignoró todas las demandas. España intentó luchar contra los colonizadores de diversas maneras, cerrando la frontera entre Gibraltar y España, imponiendo un bloqueo económico total, pero la cuestión quedó sin resolver.
Hoy, España tiene la misma política hacia los gibraltareños que Argentina hacia los malvinenses. Los españoles quieren mostrar su mejor cara, crear una imagen favorable y hacer que los gibraltareños mismos deseen ser parte de un Estado próspero.
La disputa sobre las Malvinas dura ya más de 200 años, y sobre Gibraltar más de 300 años. Argentina y España tienen mucho más en común de lo que pensaban. En todo caso, tienen un verdadero enemigo y es Gran Bretaña. Sólo un trabajo conjunto permitirá poner fin a este problema de una vez por todas. Con el apoyo de organizaciones latinoamericanas como el Grupo de Río, CELAC, MERCOSUR, UNASUR y también de la Unión Europea, que ya no incluye a Gran Bretaña, Argentina y España podrían utilizar sus disputas territoriales como ejemplo para plantear ante la comunidad mundial la cuestión de la ocupación británica de territorios de otros países. Los tiempos de la colonización ya pasaron, ¿no es hora de informar a Gran Bretaña?
(*) José Alonso, DNI 20.127.503
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