Patrullas rebeldes realizan rastrillajes en busca del líder depuesto

Rebelión en Libia

Los rebeldes libios buscaban afanosamente este miércoles a Muamar Gadafi tras tomar la residencia vacía del líder, que dijo haberse paseado por Trípoli y llamó a sus tropas a erradicar a “las ratas”. Patrullas rebeldes revisaban sistemáticamente los sectores bajo control insurgente, en busca de combatientes ocultos, mientras continuaban las escaramuzas en barrios de Tripoli controlados por tropas leales a Gadafi.

Dos poderosas explosiones al parecer provocadas por ataques aéreos sacudieron a la capital por la mañana, mientras aviones de la OTAN sobrevolaban la ciudad y continuaban combates esporádicos en algunos barrios.

Gadafi, cuyo paradero se desconoce, hizo dos declaraciones la noche del martes. En un discurso trasmitido por un sitio web de la televisora dirigida por su hijo Saif al Islam, explicó que había salido de su residencia en una “retirada táctica” a causa de los ataques de los aviones de la OTAN.

“Bab El Aziziya no era más que un montón de escombros tras haber sido blanco de 64 misiles de la OTAN (desde el principio del conflicto) y nosotros nos hemos retirado por razones tácticas”, declaró el “Guía” libio.

En su discurso no dio indicio alguno acerca de dónde se encontraba. En otro mensaje difundido por la televisión siria, el dirigente libio dijo incluso que se había paseado por la capital.

“Me paseé de incógnito, sin que la gente me vea, y vi jóvenes dispuestos a defender la ciudad”. “Rindo homenaje a estos jóvenes”, agregó.

Gadafi llamó además a “los habitantes de Trípoli, a las tribus, a los jóvenes y a los ancianos a salir a las calles” y “limpiar Trípoli de ratas”, en referencia a los rebeldes.

La “victoria” rebelde –ante todo simbólica, ya que la residencia de Gadafi estaba vacío cuando dieron el asalto– fue celebrada ruidosamente en Trípoli y Bengasi, la “capital” de los insurgentes apoyados por la OTAN.

Los guerrilleros instalaron puestos de control en Trípoli y además de garantizar la seguridad de la ruta del aeropuerto dijeron que su prioridad era la toma completa del barrio de Abu Slim. Un miembro de un grupo rebelde dijo a la AFP que combatientes de Gadafi estaban ocultos en la ruta del aeropuerto.

Cerca de la residencia vacía del líder libio, unos treinta periodistas internacionales acreditados ante el régimen de Gadafi seguían sin poder salir del hotel Rixos, custodiado por al menos un guardia armado.

Al este del país, los rebeldes intensificaron el asedio de Sirte, ciudad natal de Gadafi, donde se iniciaron negociaciones con tribus locales para obtener una rendición pacífica de la zona.

Los insurgentes avanzaron 80 km en dirección de Sirte y se apoderaron del puerto petrolero de Ras Lanuf, 130 km más al este.

Según los rebeldes, las fuerzas libias dispararon el martes varios misiles Scud desde los alrededores de Sirte en dirección de Misrata.

Interrogado por el canal France 24 acerca del lugar donde podría encontrarse Gadafi, Mustafa Abdeljalil, jefe del rebelde Consejo Nacional de Transición (CNT), dijo: “Sólo Dios lo sabe, me imagino que se fue de Trípoli”.

En otras declaraciones, M. Abdeljalil reafirmó la voluntad de los rebeldes de capturar vivo al ex dirigente y de juzgarlo en Libia “junto a su banda”.

“La era Gadafi ha concluido, aunque todo terminrá realmente cuando sea capturado y condenado por los crímenes que cometió”, agregó el dirigente rebelde, antes de prometer que “dentro de ocho meses habrá elecciones legislativas y presidenciales”.

Según Abdeljalil, los combates causaron más de 400 muertos y 2.000 heridos desde que el sábado lanzaron el asalto a Trípoli ayudados por la OTAN y dijo que unos 600 soldados libios habían sido capturados.

El presidente francés Nicolas Sarkozy y su homólogo norteamericano Barack Obama dijeron estar de acuerdo en continuar la ofensiva hasta que “Gadafi y su clan” depongan las armas.

Rusia dijo por su parte estar dispuesta a establecer relaciones diplomáticas con los rebeldes si logran unificar al país.

El presidente Dimitri Medvedev declaró que “si los insurgentes tienen suficiente fuerza, ánimo y posibilidades para unificar al país con una nueva base democrática, entonces naturalmente estudiaremos la cuestión de establecer relaciones con ellos”.

Sin embargo, “pese a los éxitos de los rebeldes, Gadafi y quienes lo apoyan siguen teniendo una cierta influencia y un potencial militar. Nosotros deseamos que acudan a la mesa de negociaciones y logren un acuerdo de paz. En realidad, hay dos poderes en el país”, dijo Medvedev. (AFP)


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