Pinochet será el primer presidente chileno en ir al banquillo

La Corte Suprema acordó su desafuero por 14 votos contra 6. No habló de exámenes. Estiman que hay "sospechas fundadas" de su participación en crímenes de su gobierno.

Santiago de Chile (EFE-Reuters).- Augusto Pinochet Ugarte, que alguna vez aseguró «en Chile no se mueve una hoja sin que yo lo sepa», está solo ante la Justicia. Con un fallo inesperado por lo contundente, la Corte Suprema de Chile lo despojó ayer de sus escudos legales y por 14 votos contra 6 le retiró su inmunidad de senador vitalicio.

De este modo, se convertirá en el primer ex presidente chileno expuesto a un juicio penal por su presunta responsabilidad en crímenes cometidos durante su mandato.

«La Corte Suprema ha confirmado la sentencia de la Corte de Apelaciones, que dispuso el desafuero del senador Pinochet», dijo Carlos Meneses, secretario del alto tribunal.

Meneses confirmó el resultado de la votación 14-6 anticipada por los medios y precisó que el texto no menciona los exámenes médicos que pidió la defensa. Tampoco incluye instrucciones para el juez especial Juan Guzmán Tapia, quien tramita las querellas contra el ex dictador.

La difusión del fallo provocó inmediatas reacciones entre los partidarios y detractores de Pinochet, que liberados de la tensión de la espera dieron rienda suelta a sus emociones, y exhibieron sin pudores frustración, ira, impotencia, alegría, esperanza o conformidad, según el caso. Sin embargo, la tensión política no llegó a alterar la calma en el país, en un éxito para el gobierno, que busca dar una imagen de trancisión sólida a la democracia.

No obstante, se produjo la primera señal de quiebre entre el gobierno y los militares con un duro cruce de opiniones entre el presidente Ricardo Lagos y el comandante en jefe del Ejército, Raúl Izurieta.

El dictamen, que ratifica el emitido el pasado 5 de junio por la Corte de Apelaciones de Santiago, deja al ex dictador expuesto a ser procesado por violaciones a los derechos humanos durante su gobierno de «facto» (1973-1990).

Específicamente, la justicia dijo que existen «sospechas fundadas» de que Pinochet tiene responsabilidad en 19 de los crímenes de la «Caravana de la Muerte», un grupo militar que en octubre de 1973 asesinó a 72 personas y los hizo desaparecer.

El caso es uno de los incluidos en las 154 querellas que desde enero de 1998 fueron presentadas contra el ex jefe militar.

Antes del juicio, el juez Guzmán debe ordenar exámenes médicos, tal como prevé la legislación chilena para cualquier procesado mayor de 70 años.

Sin embargo, la familia del veterano general anticipó que él no aceptaría los chequeos y que enfrentaría a la justicia para probar su inocencia. «No vamos a aceptar que haya exámenes médicos porque esa es la manera de que él (Pinochet) no pueda defenderse», dijo su hijo Marco Antonio Pinochet.

El desafuero se produjo cinco meses y cinco días después de que Pinochet regresara a Chile tras pasar 503 días detenido en Londres, sometido a un juicio de extradición a España, del que el gobierno británico le liberó por razones humanitarias.

El presidente Ricardo Lagos pidió a los chilenos respeto y acatamiento al dictamen judicial. «Quiero pedirles comprensión y respeto a la decisión de los tribunales. Que la alegría de unos signifique también la comprensión de otros. Los acontecimientos en definitiva los juzgará la historia», dijo .Mientras, el general Izurieta, se solidarizó de inmediato con su antecesor. El jefe castrense visitó a Pinochet en su casa, en «un gesto de lealtad» . Otros generales que también llegaron a la residencia de Pinochet declararon haber perdido la confianza en los tribunales y dijeron que ya no colaborarán con la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos

Por su parte, los querellantes contra Pinochet acogieron el fallo «con una enorme satisfacción» y se lo dedicaron «a los caídos y sus familiares». «Es una gran victoria, que dedicamos a los caídos, a sus familiares, a los defensores de los derechos humanos de todas las latitudes y a todos los que han puesto un grano de arena para llegar a esto», dijo el abogado Eduardo Contreras.

Mientras que los detractores de Pinochet organizaban una fiesta callejera en el monumento al presidente Salvador Allende, los partidarios del ex dictador dieron rienda suelta a su frustración. «El fallo es un absurdo», afirmó Jorge Martínez Bush, senador designado y ex jefe de la Marina

La derecha política insistió en que el juicio contra Pinochet es político y que el militar es inocente . En una muestra de descontento, ayer boicoteó una sesión del Parlamento.

Fiesta con champán y recuerdo de Allende

Con champaña, cantando el himno «Venceremos» y ante el monumento a Salvador Allende, frente al palacio de La Moneda, los familiares de las víctimas de la dictadura celebraron hoy la retirada de la inmunidad parlamentaria a Augusto Pinochet para ser procesado por la Justicia chilena

Antes, en el Palacio de los Tribunales, familiares de detenidos desaparecidos y de ejecutados políticos prorrumpieron en estallidos de júbilo y se fundieron en abrazos con los abogados querellantes y los parlamentarios de la coalición gubernamental que los acom pañaron en la lucha.

Entre ellos estaba la hija del derrocado presidente Salvador Allende, la diputada socialista Isabel Allende, quien con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada destacó: «Es un día histórico para Chile, pienso que por primera vez hemos demostrado en nuestro país que aquí se acabó la impunidad. Por primera vez la Justicia es posible en Chile, pienso que gana la democracia, que gana el país, pienso en las muchas víctimas», declaró con voz entrecortada.

La diputada dio las gracias a los tribunales de España y Gran Bretaña, mientras que el abogado querellante Eduardo Contreras le «dedicó» el fallo al juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón, quien intentó sin éxito juzgar a Pinochet.

La presidente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz, también recordó a Garzón como la persona que inició el camino jurídico que desembocó en el desafuero de Pinochet.»Estoy con sentimientos encontrados: feliz por el fallo, pero con el recuerdo de nuestros familiares. Siempre para nosotros lo que recibimos en estos tribunales de justicia fue un no rotundo. Hoy empieza a cambiar el curso de la historia».

Desde Tribunales, familiares, abogados, activistas de derechos humanos y parlamentarios marcharon hasta el monumento a Salvador Allende , frente al Palacio de la Moneda. En medio de banderas chilenas, las fotos de las víctimas del régimen militar, un millar de personas celebró el triunfo judicial y «la muerte civil» de Pinochet. (EFE)


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