Cómo operaba la banda que traficaba droga en pescados y autos de rally

El llamado “clan Loza” desbaratado el miércoles pasado tenía múltiples vinculaciones con organizaciones mafiosas de todo el país, Bolivia y España. Eran más de 37 integrantes, que en Argentina se dedicaban principalmente al lavado de dinero.

El llamado “clan Loza”, la banda desarticulada el miércoles que enviaba droga al exterior en autos de rally y pescado congelado, tenía estrechas vinculaciones con múltiples organizaciones narcocriminales del todo el país, de Bolivia y de España, de acuerdo con la investigación realizada por la Justicia argentina.

Según informaron fuentes judiciales a Télam, los antecedentes de los hermanos José Gonzalo (52) y Erwin Raúl Loza (32), se remontan a fines de la década del ‘80 y comienzos de los ‘90, cuando ambos fueron detenidos con cocaína en su poder, la mayor cantidad (20 kilos) en 1994, y los investigadores creían que era de origen boliviano.

La labor de los pesquisas estableció más cerca en el tiempo conexiones de los Loza con el narco boliviano Reynaldo Delfín Castedo quien –según quedó establecido en un juicio oral realizado en Chaco– gestionó y proveyó los estupefacientes secuestrados en las causas conocidas públicamente como “Carbón Blanco I y II”, las mayores investigaciones sobre drogas realizadas en el país.

Castedo estuvo más de una década prófugo de la Justicia hasta que fue detenido en 2016 durante un operativo en la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo con los voceros, los líderes del clan Loza también están vinculados con el narco salteño Ernesto Sandalio Motok, alias “Manco” o “Manquillo”, condenado por el transporte de 753 kilos de cocaína secuestrados en la localidad bonaerense de Jose C. Paz, en 2005.

Según se probó en la pesquisa, la droga se encontraba oculta en un cargamento de bananas que ingresó al país desde Bolivia y que iba a ser recibido por el hermano de Ernesto, Alejandrino Motok.

Los investigadores también encontraron conexiones entre los Loza y el clan boliviano Ferreyra, quienes serían los proveedores de la banda a través de Cristian Ferreyra Callau y su madre, Natividad Callau Moreno, quienes estuvieron alojados con los hermanos argentinos en Madrid, en agosto de 2017, según la Policía española.

A través de los propios dichos de José Gonzalo Loza se supo que un cargamento de 1.200 kilos de cocaína que fue secuestrado en noviembre del año pasado en la ciudad española de Granada, le correspondía a la organización.

La banda fue desarticulada con la detención de 37 miembros que tenían montado un sistema financiero para lavar los activos millonarios de esta actividad ilícita.

El dato

“La droga iba a Europa desde Perú y Bolivia. Entre España, Argentina e Italia estaba el método de entrada del dinero”.

La secretaria de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó la investigación.

Datos

7 años
duró la pesquisa para poder desbaratar esta banda, que operaba en varios países de América Latina y Europa, según la policía.
“La droga iba a Europa desde Perú y Bolivia. Entre España, Argentina e Italia estaba el método de entrada del dinero”.

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