Crimen de Ana Monópoli: un año de misterio

La mujer fue asesinada en el baño de su casa, en pleno centro de Regina. El caso tuvo un sospechoso que se suicidó a poco de ser detenido, pero la familia de la víctima reclama certezas.

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VILLA REGINA (AVR).- Se cumplió un año del asesinato de Ana Monópoli y el hecho aún no está esclarecido. Hubo un único sospechoso, quien se quitó la vida cuando estaba alojado en el Penal 2 Roca. Desde hace meses la familia de la víctima espera que se termine de conformar un equipo técnico que realizará un análisis del “perfil psicológico” del atacante. En forma permanente los familiares realizan pedidos a la Justicia para que se agilice la conformación del equipo y para obtener los resultados de diversas pericias que permitirían avanzar en la investigación. Monópoli, de 70 años, fue encontrada sin vida en el interior de su casa ubicada sobre la calle Don Bosco al 120, en pleno centro de Villa Regina. A partir de ese momento se abrió una investigación que en principio tuvo varios sospechosos, aunque ninguno fue detenido. Hasta que en noviembre, los datos aportados por un testigo protegido permitieron conducir la pesquisa hacia un joven de 19 años, Andrés Vidal, quien además estaba sospechado por el homicidio de Luis Starkloff, ocurrido en los primeros meses de 2014 en Godoy. El joven fue arrestado en Ingeniero Huergo, donde trabajaba en un almacén, y después de ser indagado en el juzgado de Instrucción de esta ciudad se dispuso su detención y traslado a la cárcel de Roca. En su primera noche, antes de ser ingresado a los pabellones generales, se quitó la vida dentro de la celda de “adaptación”. La mujer fue encontrada sin vida en la noche del 17 de setiembre de 2014, luego de una jornada en la que sus familiares la habían llamado por teléfono varias veces sin tener respuesta. Esa noche un pariente logró ingresar a la casa tras descolgarse a través de una terraza y encontró el cuerpo tendido dentro del baño, sobre un charco de sangre. Si bien en un principio se creyó que había sido un accidente doméstico, la intervención del médico policial permitió establecer que la mujer tenía un corte en el cuello. Aunque Ana tenía familiares que vivían a pocos metros de su casa, ella residía sola en la casa. Por eso, tras el homicidio, no se pudo establecer si se produjo el robo de algún elemento de valor que hubiera estado a resguardo. Se supone que la mujer manejaba considerables sumas de dinero, pero en la casa no se halló desorden. La impunidad del caso ha llevado a los familiares a insistir con la pericia del perfil psicológico del autor del crimen, mientras los deudos además esperan que finalmente se les habilite el ingreso a la casa, que lleva un año cerrada y con custodia policial.

Villa Regina


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