Femicidio en Las Ovejas: La hermana de Muñoz asegura que “él tiene que pagar lo que hizo”

Olga Candia es hermana del femicida y, entre llanto y miedo contó la relación que tenía con Carina y su hija, Valentina. Reconoció sentir miedo.

Mientras las autoridades y los vecinos de Las Ovejas llevan adelante una intensa búsqueda para dar con el paradero del femicida Lorenzo Muñoz, una de sus hermanas, Olga Candia, aseguró sentirse “muy dolida” y consideró que su pariente “tiene que pagar por lo que hizo”. Olga asistió a la manifestación que ayer se realizó para pedir justicia por Carina y Valentina.

En el pueblo se vive un clima de espanto y horror. Hay mucho silencio y encierro, los vecinos no pueden creer lo que pasó y cierran sus puertas, cuando siempre las dejaron abiertas. Nadie creyó que algo así podría ocurrir en un “lugar tan tranquilo”. Pareciera como si las pequeñas calles y las casas vivieran en un estado de parálisis, ante la posibilidad de que el femicida aparezca y tome venganza.

La familia de Muñoz está compuesta por 19 hermanos, todos de la misma madre, y portan dos apellidos: Muñoz y Candia. Los Muñoz se criaron con la mujer y el padre, y los Candia casi exclusivamente con su padre.

Carina y Valentina solían asistir a la casa de Olga a tomar mate y pasar el día. “Ella era una muy buena persona. Nunca tuve ningún problema con ella. Me llevaba bien, era una persona tranquila y estaba empezando a conocer a la gente acá”, relató. “No tengo palabras”, expresó quebrada por la situación que atraviesa su familia y su pueblo.

“No tengo palabras para decir nada. Yo pido que lo encuentren y si el tiene que pagar lo que hizo, tiene que pagarlo”, consideró. “Cometió un delito muy grande, nadie puede hacer una cosa así, arrebatarle la vida a otra persona, más a una madre y su hija. Si el tenia problemas, lo podía arreglar de otra forma”, reflexionó.

Reconoció tener miedo por una posible venganza. “Cuando me dijeron que había pasado eso grité y lloré al mundo porque no lo podía creer”, dijo entre lagrimas. “Parece que me pincharon algo en el corazón por la nena y por Cari, ellas ya se habían ido. Esto no tiene que pasar”. Se lamentó por la pérdida de las dos mujeres y consideró que el dolor de sus familiares debe ser peor.

“Me fui a la marcha esa noche”, reconoció y expresó que pidió “que se hiciera justicia”. “Tengo miedo, llega la noche y pongo llave a la puerta”, dijo. “La gente del pueblo nos mira de otra manera”, comentó con su mirada perdida.

Vecinas de Las Ovejas contaron como se viven estos días de tanta tristeza y dolor y recordaron a Carina y Valentina.


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