Polémica por el traslado de la histórica huerta de La Falda a la Isla Jordán

La histórica huerta de «La Falda» en Cipolletti atraviesa un momento de incertidumbre y malestar. El terreno donde funciona el espacio comunitario fue vendido por su propietario, y el nuevo dueño comunicó su intención de tomar posesión después de fin de año.

Frente a esta situación, el municipio propuso trasladar la huerta a un predio municipal en la Isla Jordán. Sin embargo, “no hay instancia de acuerdo aún sobre el traslado”, indicaron los huerteros.

Esta huerta funciona en un terreno privado cedido temporalmente hace más de 25 años, donde más de 50 familias cultivan hortalizas para consumo propio y venta local. Según informaron desde el municipio, actualmente el barrio se encuentra en expansión de urbanización y los nuevos dueños quieren lotear el terreno, «es terreno privado, nosotros sólo podemos poner a disposición otro espacio municipal que sea seguro en el tiempo y permita que más familias se sumen».

Por su parte, en diálogo con Diario RÍO NEGRO, una de las referentes de la huerta, María Laura explicó que el viernes recibieron una nota del municipio anunciando el traslado a la Isla Jordán, sin embargo, «no hay instancia de acuerdo aún. Nosotros queremos que la huerta continúe en La Falda y que sea un espacio verde para la comunidad”.

Según el municipio, el nuevo predio en la Isla Jordán tiene mayor superficie, lo que permitiría ampliar los espacios de cultivo e incorporar nuevas familias. Además, cuenta con suelo fértil apto para diversos cultivos, acceso directo al agua para riego e infraestructura planificada: cercado, organización interna, áreas comunes y un entorno natural con buena conectividad y accesibilidad.

“Queremos que las huertas sigan creciendo en Cipolletti. Por eso buscamos un lugar más productivo, más cómodo y, sobre todo, propio del municipio, para que nunca más corran el riesgo de quedarse sin tierra para producir”, indicó el intendente, Rodrigo Buteler.

Los huerteros todavía no resuelven aceptar el traslado

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Según indicó Maria Laura, huertera de La Falda, la propuesta no convence a los integrantes del espacio, «nosotros tenemos claro que el lugar fue cedido temporalmente, pero nos parece importante poder mantener el espacio que fue cuidado por 25 años, hay frutales que son imposible trasladar, hay todo un ecosistema sin agroquímicos que queremos preservar».

Entre las razones que presentan los huerteros se encuentran algunas dudas sobre el estado del terreno, «hay que ver el tema del agua por la posible contaminación, el tema de la seguridad, calidad de tierra, las posibilidades de inundación», sostuvieron.

También indicaron que el nuevo predio se encuentra «muy lejos» y dificulta el desarrollo de los trabajos en la huerta: «hay personas mayores que se movilizan en bicicleta y se les dificultad trasladarse hasta allá, el intendente dice que habrá un servicio de transporte que vaya hasta la Isla Jordán, pero no podemos subirnos con las palas, carretillas, aza, tierra, plantas, no es factible».

«No se han buscado otras alternativas positivas y creativas de convivencia, ese barrio tiene planificado una plaza en el medio, nosotros pensamos que la huerta puede ser un espacio verde comunitario», sostuvo María Laura.