Reforma del INTI: impulsan una nueva ley desde Río Negro para fortalecer su función e impulsar el desarrollo industrial

El proyecto presentado en el Senado busca actualizar la ley vigente de 1957 para fortalecer la presencia del organismo en todo el país, ampliar servicios tecnológicos a empresas y asegurar recursos propios para innovación industrial.

Un proyecto de ley presentado en el Senado busca reformar la estructura del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y dotarlo de un marco institucional que garantice «continuidad, financiamiento propio y mayor presencia territorial frente al recorte del gasto público nacional».

La propuesta plantea por la senadora y presidenta de la comisión de Ciencia y Tecnología, Silvina García Larraburu, propone reemplazar el esquema vigente desde 1957 por una nueva Ley Orgánica que ordene funciones, atribuciones, financiamiento y conducción del organismo. El texto señala que el INTI será regido por un marco legal integral cuyas disposiciones tendrán prioridad sobre normas previas.

Según el proyecto, el rol central del instituto será «contribuir al fortalecimiento del desarrollo industrial nacional, con una perspectiva de sustentabilidad, promoviendo el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad».

La iniciativa se presenta como una respuesta a la aceleración tecnológica mundial y a la «necesidad de un Estado activo» en el desarrollo productivo: busca «actualizar las misiones y funciones del instituto, redefinir su estructura organizacional y ampliar sus capacidades de intervención».

INTI: Una conducción más plural y fondos propios para sostener su funcionamiento


Uno de los cambios centrales es la conducción institucional. La iniciativa crea una presidencia acompañada por un directorio, integrado por cinco vocales, con representación federal, empresarial, universitaria y sindical, con mandatos renovables cada cuatro años y participación directa de actores productivos y del sistema científico-tecnológico.

La reforma incorpora instancias consultivas permanentes a través de Consejos Asesores Sectoriales y Regionales, con participación estatal y privada, destinados a analizar agendas productivas y coordinar planes de acción en cada territorio.

El financiamiento aparece como eje de fortalecimiento institucional. El proyecto prevé la conformación de un Fondo para el Desarrollo de la Tecnología Industrial, nutrido por aranceles, patentes, donaciones, aportes provinciales, municipales y privados, destinado a infraestructura, equipamiento y nuevas capacidades tecnológicas.

La planificación estratégica se organizará mediante planes quinquenales denominados “Planes INTI 4.0”, pensados para impulsar la transformación digital, el desarrollo de proveedores locales y la formación de capacidades técnicas y digitales en trabajadores e instituciones.

La autora del proyecto sostiene que el organismo debe funcionar como instrumento público para el desarrollo industrial: busca garantizar que la tecnología sea un recurso orientado al interés nacional y propone que el instituto contribuya a construir “una nación industrial, soberana, federal e inclusiva”.

Un modelo tecnológico para el INTI con foco en cadenas regionales y pymes


El proyecto reafirma al INTI como «organismo referente en tecnología industrial, metrología y asistencia al sector productivo». Entre sus funciones aparece la promoción de la innovación y la incorporación de tecnología para mejorar procesos, productos y servicios en la industria nacional.

La propuesta incluye una línea de desarrollo federal orientada a fortalecer cadenas productivas en todas las regiones del país, priorizando «la agregación de valor, la generación de empleo decente y la inserción en los mercados internacionales».

Uno de los ejes destacados es el impulso a la soberanía tecnológica mediante programas para «fortalecer las capacidades del tejido productivo de las comunidades de todo el país» y atender necesidades básicas a través de ciencia aplicada.

También contempla asistencia directa a pequeñas unidades productivas y sectores sociales vulnerables, con el objetivo de facilitar la adopción de tecnología y buenas prácticas productivas.

En materia de metrología, la propuesta consolida al INTI como responsable de mantener y desarrollar patrones de medida, fortalecer laboratorios y asegurar el reconocimiento internacional de las capacidades técnicas del país.

Además, establece prioridades estratégicas en áreas emergentes como movilidad eléctrica, tecnologías verdes, manufactura digital, robótica, inteligencia artificial y analítica de datos, señaladas como campos claves para la industria del futuro.


Un proyecto de ley presentado en el Senado busca reformar la estructura del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y dotarlo de un marco institucional que garantice "continuidad, financiamiento propio y mayor presencia territorial frente al recorte del gasto público nacional".

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